Después de una desastrosa renovación en la década de 1970, arqueólogos enviados a evaluar décadas de daños se han topado con capas inesperadas de historia en la iglesia de Saint-Philibert de Francia. La iglesia del siglo XII es la única estructura de la ciudad de Dijon construida al estilo romano. Fue desmantelada tras la Revolución Francesa y utilizada como almacén de sal a mediados del siglo XX, lo que dañó la estructura de piedra.
Como parte de un intento fallido de restaurar la iglesia en 1974, se instaló una losa de hormigón calentada, que atrajo más agua y sal hacia la estructura que crujía, partiendo las piedras. Ya se ha retirado la losa de hormigón y, en lo que comenzó como un nuevo esfuerzo de restauración, los arqueólogos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP) han encontrado un verdadero tesoro.

Bajo la losa, encontraron una escalera olvidada que conducía a una cripta sellada durante al menos 400 años. Este es el lugar de descanso final de decenas de personas, posibles víctimas de una catástrofe como una pandemia o una hambruna.
En el crucero se ha identificado una bóveda, probablemente datada de los siglos XV y XVI —afirman investigadores del INRAP en un comunicado de prensa—. En ella, los difuntos, tanto niños como adultos, son enterrados en ataúdes, cuyos huesos se apartan a los lados para dejar espacio al último difunto. La excavación ha revelado más capas de historia, incluidas tumbas de losa de los siglos XI al XIII y sarcófagos que datan del siglo VI.

“Planificada para extenderse hasta una profundidad de tres metros, la excavación ha revelado restos que datan desde la Antigüedad tardía hasta la era moderna”, afirma el equipo.
Fuente: Science Alert.