Los trabajadores de la ciudad portuaria egipcia de Alejandría han recuperado 22 enormes bloques de piedra que se utilizaron hace miles de años para construir el famoso faro de la ciudad, una de las maravillas del mundo antiguo. Los bloques de piedra se extrajeron del fondo del puerto de Alejandría, en la costa sureste del mar Mediterráneo, y ahora serán estudiados y escaneados digitalmente. Los resultados se añadirán a los registros digitales de más de 100 piedras descubiertas bajo el agua durante la última década, según un comunicado de la Fundación Dassault Systems, uno de los patrocinadores del proyecto.
La investigación está dirigida por la arqueóloga y arquitecta francesa Isabelle Hairy y reúne la experiencia de historiadores, arqueólogos, arquitectos e ingenieros para crear un modelo virtual en 3D del antiguo faro, que ya había sido gravemente dañado por terremotos cuando se derrumbó en el siglo XIV. Las piedras recientemente recuperadas incluyen fragmentos de una enorme puerta que pesaba entre 70 y 80 toneladas, según el comunicado. Los trabajadores también recuperaron partes de un enorme pilono o puerta ceremonial de estilo egipcio, que podría haber sido un monumento.
Maravilla antigua
El Faro de Alejandría, llamado así por una pequeña isla en la entrada del puerto donde se encontraba, fue construido alrededor del año 280 a. C. por orden del rey egipcio Ptolomeo II Filadelfo (que había nacido en Macedonia), principalmente para guiar a los barcos que se acercaban al puerto de manera segura.
La ciudad fue fundada y bautizada en honor al rey macedonio Alejandro Magno, quien arrebató Egipto al Imperio persa en el año 332 a. C. Alejandría se convirtió entonces en la capital egipcia bajo la dinastía helenística (griega) de faraones ptolemaicos (el primero, conocido como Ptolomeo I Sóter, había sido uno de los generales de mayor confianza de Alejandro) y en una de las ciudades más ricas del mundo antiguo.

El faro de Alejandría fue una maravilla tecnológica para su época. Según el comunicado, medía más de 100 metros de altura, lo que lo convertía en una de las estructuras más altas del mundo antiguo, con un diseño de varios niveles: base cuadrada, sección central octogonal y cima cilíndrica.
Su luz provenía de un gran fuego, probablemente alimentado con leña o aceite, y formaba un haz concentrado que podía verse hasta a 50 kilómetros de distancia, según los autores antiguos. El haz de luz parece haberse creado al reflejar el fuego del faro con grandes superficies metálicas pulidas, quizás de bronce o cobre, aunque no se han conservado y se sabe poco sobre ellas.
El Faro de Alejandría fue una de las antiguas “maravillas del mundo”, designación otorgada por los antiguos escritores griegos. Fue muy célebre en la época de Plinio el Viejo (que vivió del 23 al 79 d. C.) durante el Imperio romano, quien escribió sobre el faro cientos de años después de su construcción.

Los bloques de piedra recientemente recuperados incluyen piezas de una enorme puerta que conducía a la estructura del faro.

Los investigadores franceses están utilizando datos de los bloques de piedra para crear una reconstrucción virtual de la antigua maravilla.
Gemelo digital
Las ruinas del Faro de Alejandría fueron descubiertas bajo el agua en 1994 por el arqueólogo francés Jean-Yves Empereur, y el último trabajo en el sitio es el tercer proyecto de investigación realizado allí por académicos de Francia. Sin embargo, en lugar de reconstruir físicamente el faro derrumbado, los investigadores están haciendo una reconstrucción virtual, o “gemelo digital”, basada en lo que pueden aprender de las ruinas y los registros históricos.
Los bloques de piedra recién recuperados serán escaneados digitalmente y los datos se entregarán a ingenieros voluntarios de la Fundación Dassault Systems, quienes intentarán posicionarlos correctamente en la reconstrucción, “como piezas de un rompecabezas arqueológico gigante”, según el comunicado.
Además de probar las teorías sobre su construcción y colapso, el modelo virtual “revivirá la grandeza original del faro, permitiendo a los visitantes explorarlo como si estuvieran en el sitio”, señala el comunicado.
Fuente: Live Science.