Las pitones birmanas tienen células nunca antes vistas para digerir esqueletos enteros, descubren científicos

Biología

Investigadores descubrieron que las células especializadas del revestimiento intestinal de las pitones birmanas (Python bivittatus) procesan el calcio de los huesos de sus presas. Esto ayuda a explicar cómo estos depredadores digieren presas enteras. El equipo publicó sus hallazgos el 25 de junio en el Journal of Experimental Biology.

Las pitones birmanas suelen alimentarse de aves y pequeños mamíferos, aunque no necesitan comer a diario. Se tragan a sus presas enteras y pasan varios días digiriéndolas antes de volver a cazar.

Como parte de la digestión, las pitones descomponen los huesos de sus presas. Estos huesos aportan el calcio necesario a su dieta, pero las pitones no pueden utilizarlo todo. “Queríamos identificar cómo lograban procesar y limitar esta enorme absorción de calcio a través de la pared intestinal”, declaró el coautor del estudio, Jehan-Hervé Lignot, biólogo de la Universidad de Montpellier (Francia).

Para examinar cómo las serpientes gestionaban su ingesta de calcio, los investigadores alimentaron a pitones birmanas con una de tres dietas: una dieta regular de presas enteras; una dieta baja en calcio con presas deshuesadas; y una dieta con presas deshuesadas y un suplemento de calcio. Tras varias comidas, el equipo estudió los efectos de cada régimen en los intestinos de las serpientes.

El equipo descubrió que las células estrechas y especializadas del revestimiento intestinal de las pitones desempeñaban un papel en la digestión de los huesos. En las serpientes que consumían presas enteras o deshuesadas con un suplemento de calcio, estas células contenían partículas de calcio, hierro y fósforo. Sin embargo, estas partículas no estaban presentes en las serpientes que solo comían presas deshuesadas.

Las células podrían contribuir a la eliminación del calcio que las serpientes no pudieron absorber. Es posible que las células concentraran el calcio sobrante en partículas y luego las liberaran junto con otros componentes no digeridos en las heces de las serpientes, escribieron los investigadores en el estudio.

Desde el descubrimiento de las células intestinales estrechas en las pitones birmanas, los científicos también las han encontrado en los intestinos de otras pitones y boas, así como en los monstruos de Gila (Heloderma subjectum), que se comen a sus presas enteras. Sin embargo, aún no hay evidencia de que otros animales que se tragan a sus presas enteras, como los delfines o las aves piscívoras, produzcan estas partículas de calcio. Estudios futuros podrían revelar cuán extendidas están estas células que digieren los huesos en el reino animal, escribieron los investigadores.

“Los depredadores marinos que se alimentan de peces óseos o mamíferos acuáticos deben enfrentarse al mismo problema de digerir los huesos y eliminar el exceso de calcio”, afirmó Lignot en el comunicado. “Las aves que se alimentan principalmente de huesos, como el quebrantahuesos [Gypaetus barbatus], también serían candidatas fascinantes”.

Fuente: Live Science.

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