Nido de avispas radioactivo es hallado en sitio de armas nucleares estadounidense

Medio ambiente

En un antiguo sitio de armas nucleares en Carolina del Sur, los trabajadores encontraron recientemente un nido de avispas contaminado con altos niveles de radiación cerca de un tanque de desechos subterráneo. El descubrimiento se realizó el 3 de julio en el Sitio del Río Savannah, una instalación de la época de la Guerra Fría que ahora se centra en la limpieza nuclear. El nido se encontraba cerca del Tanque 17, en una zona segura del sitio conocida como 241-127F. A primera vista, parecía un nido cualquiera. Pero cuando el personal de control de radiación lo analizó, encontró niveles de contaminación diez veces superiores a los permitidos por las normas federales de seguridad: unas 100.000 desintegraciones por minuto por cada 100 centímetros cuadrados.

Un nido del pasado nuclear

El Sitio del Río Savannah (SRS), construido a principios de la década de 1950, fue en su día uno de los sitios más secretos y estratégicamente importantes de Estados Unidos. Aquí, el gobierno fabricaba fosas de plutonio, los núcleos densos utilizados para detonar explosiones nucleares, mientras Estados Unidos y la Unión Soviética libraban una carrera armamentística que duró décadas.

Pero tras el fin de la Guerra Fría, el SRS se centra ahora en la limpieza de su legado radiactivo, que incluye más de 650 millones de litros de residuos nucleares líquidos generados durante la producción de armas. La instalación ha reducido los residuos, almacenados principalmente en enormes tanques subterráneos, a unos 125 millones de litros, que permanecen en 43 tanques activos. Sin embargo, el descubrimiento del nido de avispas contaminado ha desconcertado a algunos de los organismos de control que vigilan el lugar.

Tom Clements, director de la organización sin fines de lucro Savannah River Site Watch, exige respuestas. “Estoy furioso porque el SRS no explicó de dónde provenían los residuos radiactivos ni si hay alguna fuga en los tanques de residuos que el público debería conocer”, declaró a CBS News.

El misterio del nido

Residuos radiactivos sellados en grandes contenedores de acero inoxidable se almacenan bajo una capa de hormigón de 1,5 metros en un edificio de almacenamiento en el sitio del río Savannah, cerca de Aiken. Crédito: AP Photo/Stephen B. Morton.

Según el Informe Oficial de Incidentes del Departamento de Energía, el nido fue retirado, embolsado y desechado como residuo radiactivo. Los trabajadores lo rociaron con insecticida y no se encontraron avispas vivas. El área circundante no mostró signos de contaminación y las operaciones en la instalación continuaron sin interrupción.

Los funcionarios federales enfatizaron que no se trataba de una fuga activa, sino de un caso de “contaminación radiactiva heredada in situ”. En otras palabras, la radiación residual de décadas de actividad nuclear podría haber contaminado el medio ambiente de maneras que aún no se comprenden del todo. Aún así, Clements dice que eso no es suficiente.

Argumenta que identificar el tipo de nido de avispas es crucial. “Algunas avispas construyen nidos con tierra y otras usan materiales diferentes que podrían indicar el origen de la contaminación”, escribió en un mensaje. El material podría provenir del suelo, de la estructura circundante o incluso de equipo contaminado.

Además, las avispas no se alejan mucho de su hogar. Suelen construir sus nidos a solo unos cientos de metros de sus zonas de alimentación. Esto significa que la fuente de contaminación probablemente esté muy cerca del acuario, y si este nido existe, es posible que también existan otros.

Un comunicado de Savannah River Mission Completion, la empresa que ahora administra el sitio, intentó tranquilizar al público. El parque de tanques está lejos de los límites del sitio, afirmaron, y el nido no representaba ningún riesgo para las áreas externas a las instalaciones.

Si hubiera habido avispas vivas, añadieron las autoridades, sus niveles de radiación habrían sido mucho más bajos que los del nido, lo que sugiere que los insectos no se vuelven peligrosamente radiactivos. Es una suerte. Pero la presencia de un objeto tan contaminado en una zona supuestamente segura ha suscitado dudas incómodas.

¿Qué pudo haber causado esto?

Se desconoce la vía exacta por la que se contaminó el nido, y las explicaciones hasta el momento no son convincentes. El informe oficial no ofrece un origen claro, sólo que se trata de un caso de “contaminación heredada”.

La contaminación heredada es un término de supervisión nuclear que se refiere al material radiactivo residual de actividades pasadas que no se ha liberado activamente, pero que aún persiste en el medio ambiente. Sin embargo, algunos expertos afirman que, sin más detalles, el término puede actuar como escudo burocrático.

“No se requirió ninguna otra acción sobre el terreno”, concluye el informe. Esta decisión, aunque aparentemente justificada por la falta de amenaza inmediata, inquieta a Clements y a otros. Si el material radiactivo puede acabar en un nido de avispas, plantea una pregunta más amplia: ¿Qué más hay ahí fuera, acumulando radiación silenciosamente?

Pero la fauna contaminada ya ha aparecido en instalaciones nucleares. Aves, insectos e incluso roedores han activado ocasionalmente las alarmas tras entrar en contacto con zonas contaminadas. Pero el descubrimiento del río Savannah es notable tanto por la intensidad de la contaminación como por la falta de explicación sobre su origen.

El sitio ha documentado anteriormente eventos similares de contaminación de la vida silvestre, tanto que la demora en presentar el informe, según el DOE, se debió a que el personal revisó sucesos anteriores “para verificar la coherencia en los criterios de informe”.

Insectos e isótopos

Por ahora, no hay avispas mutantes, tanques con fugas ni una amenaza pública inmediata. El incidente, aunque inusual, tiene precedentes. Aun así, como uno de los últimos vestigios del esfuerzo de limpieza de la Guerra Fría, el sitio del río Savannah ocupa un lugar único en la historia nuclear de Estados Unidos y en su futuro nuclear.

Fuente: ZME Science.

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