Los arqueólogos han desenterrado un raro tesoro de monedas de cobre de 1.600 años de antigüedad en Galilea, y las monedas pueden haber estado escondidas allí durante la última revuelta judía conocida contra los romanos. Los investigadores encontraron las 22 monedas de cobre en una grieta dentro de un complejo de túneles en las profundidades de un asentamiento conocido como Hukok. Los túneles fueron utilizados por los judíos como escondite en dos rebeliones tempranas contra los romanos: la Gran Revuelta (66-70 d. C.) y la Revuelta de Bar-Kojba (132-135 d. C.). Sin embargo, los arqueólogos descubrieron que el nuevo tesoro de monedas no databa de ninguna de esas rebeliones.
En cambio, las monedas tenían representaciones de los emperadores Constancio II (que reinó del 337 al 361 d. C.) y Constante I (que reinó del 337 al 350 d. C.). Estas fechas indican que las monedas fueron ocultadas durante la Revuelta de Galo (351-352 d. C.), una rebelión a menudo pasada por alto que fue la última revuelta judía contra los romanos, según la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).
“Esto demuestra que cientos de años después de la excavación de estos túneles, fueron reutilizados”, declararon Uri Berger, arqueólogo del IAA, y Yinon Shivtiel, profesor del Zefat Academic College y experto en arqueología rupestre, en un comunicado de la IAA. “El tesoro proporciona, con toda probabilidad, una prueba única de que este complejo de escondites se utilizó de una forma u otra durante otra crisis: la Revuelta de Galo, una rebelión de la que sólo disponemos de escasa evidencia histórica de su existencia”.
Los túneles y las habitaciones subterráneas, conocidos como el complejo de escondite Hukok, permitían a los judíos esconderse y realizar prácticas religiosas cotidianas fuera de la vista de los romanos.
“Parece que quienes almacenaron este tesoro planearon cuidadosamente su escondite, con la esperanza de regresar a él cuando terminaran los problemas amenazantes”, declararon Berger y Shivtiel en el comunicado. “Las monedas fueron descubiertas en un pozo excavado deliberadamente al final de un estrecho y sinuoso túnel”.
Los romanos habían estado en Tierra Santa desde el año 63 a. C., y los judíos se rebelaron varias veces durante el dominio romano. La Revuelta de Galo recibe su nombre de Constancio Galo, un “césar” o estadista que gobernó las provincias orientales del Imperio romano bajo el emperador romano Constancio II, quien era su primo. Sin embargo, la revuelta no tuvo éxito y los romanos quemaron y destruyeron muchas de las ciudades del pueblo judío.
El descubrimiento del tesoro se analizará en un estudio en un próximo número de la revista Israel Numismatic Research.
Fuente: Live Science.