La música podría ayudar a aliviar el dolor causado por una cirugía o una enfermedad

Salud y medicina

El enfermero Rod Salaysay trabaja con todo tipo de instrumentos en el hospital: un termómetro, un estetoscopio y a veces su guitarra y su ukelele.

En la unidad de recuperación de UC San Diego Health, Salaysay ayuda a los pacientes a controlar el dolor después de una cirugía. Además de los medicamentos, ofrece música a petición y, a veces, canta. Su repertorio abarca desde canciones populares en inglés y español hasta Minueto en sol mayor y clásicos del cine como “Somewhere Over the Rainbow”.

Los pacientes suelen sonreír o asentir. Salaysay incluso observa cambios en sus constantes vitales, como una frecuencia cardíaca y presión arterial más bajas, y algunos pueden solicitar menos analgésicos.

“A menudo hay un ciclo de preocupación, dolor y ansiedad en un hospital”, dijo, “pero puedes ayudar a romper ese ciclo con la música“.

Salaysay es un hombre orquesta, pero no está solo. En las últimas dos décadas, las presentaciones en vivo y la música grabada han inundado hospitales y consultorios médicos a medida que avanza la investigación sobre cómo las canciones pueden ayudar a aliviar el dolor.

Los científicos exploran cómo la música afecta la percepción del dolor

El poder curativo de la canción puede parecer intuitivo, dadas sus profundas raíces en la cultura humana. Pero la ciencia que estudia si la música alivia el dolor agudo y crónico (técnicamente llamada analgesia inducida por la música) y cómo lo hace, apenas está adquiriendo relevancia.

Nadie sugiere que una canción pegadiza pueda eliminar por completo el dolor intenso. Sin embargo, varios estudios recientes, incluidos los publicados en las revistas Pain y Scientific Reports, sugieren que escuchar música puede reducir la percepción del dolor o mejorar la capacidad de una persona para tolerarlo. Lo que parece importar más es que los pacientes (o sus familias) elijan ellos mismos la selección musical y la escuchen con atención, no sólo como ruido de fondo.

Cómo la música puede afectar los niveles de dolor

“El dolor es una experiencia realmente compleja”, afirmó Adam Hanley, psicólogo de la Universidad Estatal de Florida. “Se crea a partir de una sensación física, de nuestros pensamientos sobre esa sensación y de nuestra reacción emocional”.

Dos personas con la misma afección o lesión pueden sentir niveles muy distintos de dolor agudo o crónico. O la misma persona puede experimentar el dolor de forma distinta de un día para otro.

El dolor agudo se siente cuando los receptores del dolor en una parte específica del cuerpo —como una mano que toca una estufa caliente— envían señales al cerebro, que procesa el dolor a corto plazo. El dolor crónico suele implicar cambios estructurales o de otro tipo a largo plazo en el cerebro, que aumentan la sensibilidad general a las señales de dolor. Los investigadores aún están investigando cómo ocurre esto.

“El dolor es interpretado y traducido por el cerebro”, que puede aumentar o disminuir la señal, dijo el Dr. Gilbert Chandler, especialista en dolor espinal crónico en la Clínica Ortopédica de Tallahassee.

Los investigadores saben que la música puede desviar la atención del dolor, disminuyendo la sensación. Pero los estudios también sugieren que escuchar la música preferida ayuda a mitigar el dolor más que escuchar podcasts.

“La música es un distractor. Desvía la atención del dolor. Pero hace más que eso”, dijo Caroline Palmer, psicóloga de la Universidad McGill que estudia la música y el dolor.

Los científicos todavía están rastreando las distintas vías neuronales en acción, dijo Palmer.

“Sabemos que casi todo el cerebro se activa cuando escuchamos música”, afirmó Kate Richards Geller, musicoterapeuta titulada en Los Ángeles. “Eso cambia la percepción y la experiencia del dolor, así como el aislamiento y la ansiedad que conlleva”.

Géneros musicales y escucha activa

La idea de usar música grabada para aliviar el dolor asociado con la cirugía dental surgió a finales del siglo XIX, antes de que existieran los anestésicos locales. Hoy en día, los investigadores estudian qué condiciones hacen que la música sea más efectiva.

Investigadores de la Universidad Erasmus de Róterdam, en los Países Bajos, realizaron un estudio con 548 participantes para ver cómo escuchar cinco géneros musicales (clásica, rock, pop, urbana y electrónica) ampliaba su capacidad de soportar el dolor agudo, medido a través de la exposición a temperaturas muy frías. Toda la música ayudó, pero no hubo un único género ganador.

“Cuanto más escuchaban las personas un género musical favorito, más soportaban el dolor”, afirmó la coautora Dra. Emy van der Valk Bouman. “Mucha gente pensaba que la música clásica les ayudaría más. De hecho, cada vez encontramos más pruebas de que lo mejor es simplemente la música que te gusta”.

Las razones exactas aún no están claras, pero puede ser porque las canciones familiares activan más recuerdos y emociones, dijo. El simple acto de elegir es en sí mismo poderoso, dijo Claire Howlin, directora del Laboratorio de Psicología de la Música y la Salud en el Trinity College de Dublín, quien fue coautora de un estudio que sugirió que permitir a los pacientes seleccionar canciones mejoraba su tolerancia al dolor.

“Es algo que las personas pueden controlar si padecen una enfermedad crónica: les da autonomía”, dijo.

La escucha activa y concentrada también parece importar. Hanley, el psicólogo del estado de Florida, fue coautor de un estudio preliminar que sugiere que escuchar atentamente a diario podría reducir el dolor crónico.

“La música tiene una forma de iluminar diferentes partes del cerebro”, dijo, “de modo que le estás dando a la gente este impulso emocional positivo que aleja su mente del dolor”.

Es una receta sencilla y sin efectos secundarios, dicen ahora algunos médicos. Cecily Gardner, cantante de jazz de Culver City, California, dijo que usó la música para ayudarla a superar una enfermedad grave y que le cantó a sus amigos que luchan contra el dolor.

“La música reduce el estrés, fomenta la comunidad”, dijo, “y simplemente te transporta a un lugar mejor”.

Fuente: Medical Xpress.

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