Ancestro del cocodrilo de Pangea de 240 millones de años tenía armadura de placas y parecía un dinosaurios

Biología

Investigadores han desenterrado un lagarto guerrero gigante que habitó Brasil hace 240 millones de años, durante el período Triásico, justo antes del surgimiento de los dinosaurios. El descubrimiento completa nuestra comprensión de la época anterior al dominio de los dinosaurios en la Tierra y, además, subraya la conexión entre lo que hoy es África y Sudamérica.

Este reptil acorazado se asemeja a un dinosaurio, pero en realidad es un ancestro de los cocodrilos modernos. Los científicos lo han bautizado como Tainrakuasuchus bellator, un nombre que combina griego, latín y guaraní y que significa “cocodrilo guerrero de dientes puntiagudos”. El equipo reveló sus hallazgos en un estudio publicado en la revista Journal of Systematic Palaeontology el 13 de noviembre.

“Su descubrimiento ayuda a esclarecer un momento clave en la historia de la vida, el período que precedió al surgimiento de los dinosaurios”, dijo en un comunicado Rodrigo Temp Müller, paleontólogo de la Universidad Federal de Santa María en Brasil y autor principal del estudio.

Durante el Triásico (hace entre 252 y 201 millones de años), los arcosaurios dominaron el mundo de los vertebrados terrestres —su nombre significa “reptiles gobernantes”— y se dividen en dos grupos principales. Un grupo, los ornitósuquios, evolucionó en aves y dinosaurios, mientras que el otro, los pseudosuquios, dio origen a los crocodilianos, como los cocodrilos modernos.

Infografía que muestra el tamaño y la estructura esquelética de T. bellator. Crédito de la imagen: Por Caio Fantini, Rodrigo Temp Müller, Mauricio García.

T. bellator pertenece al género Pseudosuchia. Medía aproximadamente 2,4 metros de largo y pesaba 60 kilogramos. Tenía un cuello largo y una mandíbula delgada repleta de dientes afilados. Los investigadores señalaron que se han encontrado muy pocos ejemplares de este tipo de Pseudosuchia (llamados poposauroides) en Sudamérica.

El equipo encontró el esqueleto parcial de T. bellator, incluyendo la mandíbula inferior, la columna vertebral y la pelvis, durante una excavación realizada en mayo en el municipio de Dona Francisca, en Brasil. El dorso del reptil estaba cubierto de placas óseas llamadas osteodermos, que también poseen los cocodrilos modernos.

“Este animal era un depredador activo, pero a pesar de su tamaño relativamente grande, distaba mucho de ser el cazador más grande de su época, ya que en el mismo ecosistema habitaban gigantes de hasta siete metros de largo”, afirmó Müller, quien dirigió el equipo de paleontólogos que excavó el T. bellator. “A pesar de la diversidad de los pseudosuchios, aún se les conoce poco”. Los fósiles de algunos de sus linajes, como los poposauroides, son “extremadamente raros” en el registro fósil, añadió.

Según explicó, T. bellator está estrechamente emparentado con otro individuo descubierto en TanzaniaMandasuchus tanyauchen, descubierto en 1933, vivió hace unos 245 millones de años, cuando África y Sudamérica formaban parte del supercontinente Pangea.

“En aquel entonces, los continentes aún estaban unidos, lo que permitía la libre dispersión de organismos a través de regiones que ahora están separadas por océanos”, dijo Müller. “Como resultado, las faunas de Brasil y África compartían varios elementos comunes, lo que refleja una historia evolutiva y ecológica entrelazada”.

Fuente: Live Science.

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