Asteroide cargado de aminoácidos ofrece nuevas pistas sobre el origen de la vida en la Tierra

Astronomía

Una de las teorías más elegantes sobre el origen de la vida en nuestro planeta es que se originó a partir de un envío desde el espacio exterior. Esta idea sugiere que las moléculas prebióticas —los componentes básicos de la vida— fueron transportadas aquí por asteroides u otros cuerpos celestes. Si bien estas moléculas se han encontrado en muestras de meteoritos que se han estrellado en la Tierra, los hallazgos se han visto complicados por la posibilidad de contaminación procedente de nuestro entorno.

Pero ahora estos componentes básicos se han encontrado en un antiguo asteroide intacto por el entorno terrestre. Ese asteroide se llama Bennu, un objeto primitivo que no ha cambiado mucho desde el nacimiento de nuestro sistema solar hace unos 4.600 millones de años. Su última visita a nuestro vecindario fue en 2020, cuando una sonda de la NASA aterrizó en su superficie, recogió algunas muestras y las trajo de vuelta a casa.

Análisis de muestras de Bennu

En un nuevo análisis de la roca y el polvo de Bennu, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores confirmaron la presencia de 14 aminoácidos, previamente encontrados en análisis de muestras de Bennu, y también detectaron tentativamente trazas de triptófano. Este aminoácido nunca se ha encontrado definitivamente en material extraterrestre. El equipo también detectó cinco nucleobases, los componentes que conforman el ARN y el ADN. Esto significa que tanto los componentes básicos de las proteínas (aminoácidos) como el mapa genético (nucleobases) se encontraron en el mismo lugar.

Pero ¿cómo llegaron allí estas moléculas prebióticas? La respuesta, según los científicos, es el agua líquida y las reacciones químicas. Llegaron a estas conclusiones tras encontrar abundantes filosilicatos (minerales arcillosos) en las muestras, que sólo se forman cuando la roca se expone al agua. El agua líquida debió haber estado presente dentro del cuerpo progenitor del asteroide hace mucho tiempo. El equipo cree que el agua probablemente contenía amoníaco, que actuó como catalizador, construyendo aminoácidos y bases de nucleótidos a partir de materiales de partida interestelares más simples.

Entrega cósmica

“Nuestros hallazgos amplían la evidencia de que las moléculas orgánicas prebióticas pueden formarse dentro de cuerpos planetarios primitivos en acreción y podrían haber sido transportadas a través de impactos a la Tierra primitiva y otros cuerpos del sistema solar, contribuyendo potencialmente a los orígenes de la vida”, comentaron los científicos en su estudio.

La investigación es otra pieza clave del rompecabezas que apunta a la idea de que la vida en nuestro planeta no surgió de lo que ya existía. En cambio, pudo haber sido sembrada por ingredientes traídos de más allá de las estrellas.

Fuente: Phys.org.

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