Científicos explican por qué nos despertamos minutos antes de que suene la alarma

Biología

Probablemente lo hayas experimentado: tu alarma suena a las 6:30 a. m., pero de alguna manera abres los ojos de golpe unos minutos antes de que suene. No hay sonido, ninguna señal externa, sólo el cuerpo, de alguna manera, sabiendo que es la hora.

Puede parecer extraño, pero no te despertaste por casualidad. Es tu reloj biológico en acción: un sistema de sincronización interno increíblemente preciso que regula cuándo duermes y despiertas.

Pero ¿cómo funciona exactamente este despertador incorporado?

Una llamada de atención hormonal

En lo profundo del cerebro se encuentra un pequeño grupo de neuronas llamado núcleo supraquiasmático, a menudo denominado el “reloj maestro” del cuerpo. Estas neuronas controlan el tiempo coordinando ritmos internos como el ritmo circadiano (alineado con el día de 24 horas) para regular aspectos como el sueño, la temperatura corporal, el hambre y la digestión.

El ritmo circadiano influye en cuándo nos sentimos somnolientos y alertas cada día. Nuestro cuerpo sincroniza el reloj maestro de forma natural, y es completamente normal observar variaciones en los horarios en que las personas prefieren dormir y estar despiertas.

¿Te has preguntado alguna vez por qué algunas personas son madrugadoras y prefieren ver el amanecer e irse a dormir temprano, mientras que otras son noctámbulas y duermen hasta media mañana? Esto se debe a las diferencias en su ritmo circadiano.

Chinnapong/Getty Images.

Las rutinas regulares de sueño y vigilia, comidas y ejercicios programan nuestro reloj maestro para que comience a predecir cuándo ocurrirán estos comportamientos cada día y comience a liberar hormonas relacionadas en consecuencia. Por ejemplo, al despertarnos por la mañana, experimentamos un fenómeno conocido como “respuesta de cortisol al despertar”. Se trata de un aumento significativo del cortisol, una hormona que, según se cree, nos ayuda a prepararnos para el día y a sentirnos con energía.

Para quienes se levantan con una hora y una exposición a la luz matutinas muy regulares, el reloj maestro aprende a qué hora suelen levantarse. Mucho antes de que suene la alarma, prepara el cuerpo con suavidad: la temperatura sube, los niveles de melatonina (la hormona del sueño) bajan y los niveles de cortisol empiezan a subir.

Para cuando suena la alarma, el cuerpo ya está entrando en estado de vigilia. Piénsalo como una especie de llamada de atención hormonal.

¿Un ritmo bien sincronizado o una mala calidad del sueño?

Si sueles despertarte unos minutos antes de la alarma y te sientes alerta y descansado, es señal de que tu ritmo circadiano está perfectamente sincronizado. Tu reloj biológico ha aprendido a anticipar tu rutina y a ayudarte a pasar del sueño a la vigilia con fluidez.

Sin embargo, si te despiertas antes de que suene la alarma pero te sientes aturdido o inquieto, podría ser señal de una mala calidad del sueño en lugar de un ritmo bien sincronizado. Tener un horario regular para acostarse y despertarse ayuda a entrenar el reloj interno del cuerpo, especialmente cuando se mantiene alineado con las señales naturales de su entorno, como los cambios de luz y temperatura a lo largo del día.

Esto facilitará conciliar el sueño y despertarse con una sensación de frescor. Un horario regular de sueño y vigilia ayudará a tu cuerpo a controlar el tiempo y le enseñará a predecir cuándo es hora de despertar.

Imágenes Aflo/Canva.

Por otro lado, un horario de sueño irregular puede confundir estos ritmos corporales internos, provocando somnolencia y dificultad para concentrarse y realizar tareas mentales. Sin un patrón de sueño consistente, el cuerpo dependerá de una alarma para despertarse, lo que podría despertarlo en etapas más profundas del sueño y dejarlo con esa sensación de aturdimiento (conocida como inercia del sueño). En ese caso, revisar tu higiene del sueño y realizar pequeños cambios en tus hábitos puede realinear el reloj interno de tu cuerpo, ayudándote a despertarte naturalmente y sentirte verdaderamente descansado.

¿Por qué es difícil desconectarse?

El estrés y la ansiedad pueden aumentar los niveles de cortisol (la misma hormona que aumenta naturalmente por la mañana para ayudar a despertarse), lo que dificulta permanecer dormido o provoca un despertar temprano. La anticipación de eventos emocionantes también puede dificultar el sueño, ya que un alto estado de alerta mantiene el cerebro alerta, lo que provoca un sueño más ligero y despertares prematuros. Estas situaciones son comunes y normales de vez en cuando. Sin embargo, pueden causar problemas de sueño a largo plazo si ocurren con demasiada frecuencia.

En la era preindustrial, la gente seguía las señales ambientales del sol y la luna para guiar sus patrones de sueño. Hoy en día, despertarse de forma natural sin alarma puede ser difícil. Pero cuando sucede, es una clara señal de que has descansado lo suficiente y de que tu reloj biológico está sano y bien sincronizado.

Entrenar al cuerpo para que se despierte sin alarma es posible adoptando las siguientes estrategias: priorizar un horario de sueño consistente con 7-8 horas de sueño (incluso los fines de semana); evitar las interrupciones del sueño debido a la cafeína, el alcohol o las comidas pesadas; crear un ambiente de sueño oscuro y evitar las pantallas antes de acostarse; y asegurar la exposición a la luz solar natural por la mañana.

Fuente: Science Alert.

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