Un trozo de roca con marcas misteriosas que permaneció prácticamente sin estudiar durante 4.000 años ahora está siendo aclamado como un “mapa del tesoro” para los arqueólogos, que lo están utilizando para buscar sitios antiguos en el noroeste de Francia. Los investigadores afirmaron que la llamada losa de Saint-Belec era el mapa más antiguo de Europa en 2021 y desde entonces han estado trabajando para comprender sus grabados, tanto para ayudarles a datar la losa como para redescubrir monumentos perdidos.
“Utilizar el mapa para intentar encontrar sitios arqueológicos es un gran enfoque. Nunca trabajamos así”, afirmó Yvan Pailler, profesor de la Universidad de Bretaña Occidental (UBO).
Los sitios antiguos suelen descubrirse mediante sofisticados equipos de radar, fotografías aéreas o por accidente en las ciudades cuando se excavan los cimientos de nuevos edificios.
“Es un mapa del tesoro”, dijo Pailler.
Pero el equipo apenas está comenzando su búsqueda del tesoro. El mapa antiguo marca un área de aproximadamente 30 por 21 kilómetros y el colega de Pailler, Clement Nicolas del instituto de investigación CNRS, dijo que necesitarían inspeccionar todo el territorio y cruzar las marcas en la losa. Ese trabajo podría llevar 15 años, dijo.
Ríos y montañas
Nicolas y Pailler formaron parte del equipo que redescubrió la losa en 2014; fue descubierta inicialmente en 1900 por un historiador local que no entendía su significado. A los expertos franceses se unieron colegas de otras instituciones en Francia y en el extranjero mientras comenzaban a decodificar sus misterios.
“Había algunos símbolos grabados que tuvieron sentido de inmediato”, dijo Pailler.
En las irregulares protuberancias y líneas de la losa, podían ver los ríos y montañas de Roudouallec, parte de la región de Bretaña, a unos 500 kilómetros al oeste de París. Los investigadores escanearon la losa y la compararon con mapas actuales, encontrando una coincidencia de aproximadamente el 80%.
“Todavía tenemos que identificar todos los símbolos geométricos, la leyenda que los acompaña”, dijo Nicolas.
La losa está llena de pequeños huecos, que los investigadores creen que podrían indicar túmulos, viviendas o depósitos geológicos. Descubrir su significado podría conducir a una avalancha de nuevos hallazgos.
Losa ‘condenada’
Pero primero, los arqueólogos han pasado las últimas semanas excavando en el sitio donde se descubrió inicialmente la losa, que según Pailler era uno de los sitios de enterramiento de la Edad del Bronce más grandes en Bretaña.
“Estamos tratando de contextualizar mejor el descubrimiento, de tener una manera de datar la losa”, dijo Pailler.
Su última excavación ya ha revelado un puñado de fragmentos de la losa no descubiertos anteriormente. Al parecer, las piezas habían sido rotas y utilizadas como muro de la tumba, lo que Nicolas sugiere que podría significar la cambiante dinámica de poder de los asentamientos de la Edad del Bronce. El área cubierta por el mapa probablemente corresponde a un reino antiguo, tal vez uno que colapsó en revueltas y rebeliones.
“La losa grabada ya no tenía sentido y estaba condenada a ser desmenuzada y utilizada como material de construcción”, afirma Nicolas.
Fuente: Science Alert.