Las personas infectadas con una variante de coronavirus de rápida propagación generan una respuesta inmune que puede defenderse de múltiples cepas de SARS-CoV-2.
Los científicos identificaron por primera vez la variante del SARS-CoV-2 llamada B.1.351 en Sudáfrica a fines de 2020. Desde entonces la vincularon con reinfecciones y encontraron indicios de que varias vacunas son menos efectivas contra ella que contra las variantes del SARS-CoV-2 que circulaban antes en la pandemia.
Penny Moore del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles en Johannesburgo, Sudáfrica, y sus colegas evaluaron las respuestas de anticuerpos montadas por 89 personas que estaban infectadas con B.1.351 y fueron ingresadas en el hospital. El equipo descubrió que los niveles de anticuerpos de estos participantes eran similares a los de las personas infectadas con cepas anteriores.
Luego, el equipo enfrentó anticuerpos de personas infectadas con B.1.351 contra una forma de VIH modificada para usar la proteína de pico de coronavirus para infectar células. Los anticuerpos fueron capaces de inactivar virus incorporando la forma de proteína de pico encontrada en B.1.351, cepas anteriores, y una variante emergente identificada en Brasil llamada P.1.
Los resultados sugieren que las vacunas basadas en la secuencia genética de B.1.351 podrían proteger a las personas de múltiples cepas del coronavirus, dicen los autores. Los hallazgos aún no han sido revisados por pares.
Fuente: Nature.