Los antidepresivos comunes pueden tener otro efecto sorprendente en tu cuerpo

Salud y medicina

Las pruebas cognitivas antes y después de tomar un medicamento recetado para trastornos del estado de ánimo pueden mejorar nuestra capacidad de pensamiento. Millones de personas utilizan inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para tratar la ansiedad y la depresión, pero su uso es controvertido por diversas razones, entre ellas la falta de datos sobre su eficacia a largo plazo y porque no entendemos completamente cómo funcionan.

Así que la psicóloga de la Universidad de Copenhague Vibeke Dam y sus colegas examinaron más de cerca los efectos del fármaco en 90 pacientes con depresión moderada a grave mediante escáneres cerebrales y evaluaciones cognitivas y del estado de ánimo antes y después de tomar ISRS durante ocho semanas. Una vez que los voluntarios del estudio habían recibido evaluaciones iniciales, se les recetó una dosis diaria del ISRS escitalopram. Los escáneres se repitieron al final de un período de tratamiento de ocho semanas para 40 de los pacientes, seguido de la ronda final de evaluaciones cognitivas y del estado de ánimo en la semana 12.

Después del período de tratamiento, los pacientes tuvieron una reducción de casi el 10% en los receptores celulares a los que se unen los ISRS en comparación con la cantidad detectada antes de que se les administrara el medicamento. Los pacientes también mostraron mejoras en las pruebas cognitivas de memoria, en particular en su capacidad para recordar palabras.

Pero fueron aquellos pacientes que experimentaron la menor cantidad de cambios en el receptor de serotonina conocido como 5HT4 los que mejoraron más su memoria verbal. Curiosamente, los cambios en la unión del receptor no se correlacionaron con mejoras en el estado de ánimo. Los investigadores sugieren que el tratamiento con ISRS puede contrarrestar los niveles reducidos del receptor al aumentar la serotonina en las sinapsis, lo que hace que los receptores de serotonina restantes (incluido el 5-HT4) sean más eficientes.

“Nuestro trabajo vincula la mejora de la función cognitiva al receptor 5HT4 específico”, explica Dam.

“La estimulación directa del receptor de serotonina 4 puede ser un objetivo procognitivo importante a tener en cuenta para optimizar los resultados del tratamiento antidepresivo”.

Los investigadores demostraron anteriormente que los pacientes no medicados con trastorno depresivo mayor, así como los pacientes sanos con antecedentes familiares de la enfermedad, tienen menos de estos receptores que las poblaciones sanas. Dam y su equipo sugieren que esto puede explicar por qué las personas con depresión a menudo tienen dificultades con sus recuerdos.

“Este es un primer resultado, por lo que necesitamos hacer mucho más trabajo para analizar las implicaciones”, advierte el neurobiólogo de la Universidad de Copenhague Vibe Froekjaer.

Además, las restricciones éticas impidieron el uso de una alternativa placebo al uso del antidepresivo, lo que redujo la certeza de que los resultados observados por los investigadores se debieran enteramente a los efectos de los ISRS.

Sin embargo, “este trabajo apunta a la posibilidad de estimular este receptor específico para que podamos tratar los problemas cognitivos, incluso independientemente de si el paciente ha superado o no los síntomas centrales de la depresión”, continúa Froekjaer.

Si bien los pacientes mostraron cierta mejoría en su depresión, el hecho de que los cambios de humor no se ajustaran a los cambios en los receptores 5HT4 planteó dudas sobre si este mecanismo es responsable de los efectos clínicos de los ISRS. Ahora se cuestiona si los ISRS son terapéuticos para la depresión, dado que varios estudios han descubierto que no hay evidencia de que funcionen mejor que un placebo, y ahora se cuestiona la idea de que la serotonina esté involucrada en la depresión.

Nadie debería dejar de tomar ISRS sin consultar antes a un médico, ya que esto puede tener efectos secundarios graves. Además, tampoco podemos saber con certeza si no están funcionando de una manera que los investigadores aún no han descubierto. Pero, dado que muchos de nosotros dependemos de estos medicamentos, es importante que sigamos intentando comprender qué están haciendo realmente.

“Se necesitan estudios futuros para esclarecer aún más los mecanismos de acción antidepresivos tanto de los ISRS como de las estrategias alternativas para avanzar en la psiquiatría de precisión para el trastorno depresivo mayor”, escriben los investigadores en su artículo.

Esta investigación fue publicada en Biological Psychiatry.

Fuente: Science Alert.

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