Los científicos aún no se han puesto de acuerdo en cómo se formó la Luna y a pesar de que hay varias hipótesis un nuevo hallazgo en los cráteres de nuestro satélite puede dar pistas sobre ello. Se encontraron fragmentos de hierro y titanio, más de lo que creíamos que había, por lo que se cree que pueden haber más metales en el subsuelo lunar.
El estudio del suelo lunar y la comparación de su composición química con la Tierra hace más fácil para los astrónomos determinar el origen de nuestro acompañante.
Hasta ahora, la hipótesis más aceptada era que la Luna fue el resultado de una colisión de la Tierra con otro cuerpo celeste. Sin embargo, de encontrarse más metales en la primera, esta hipótesis no tendría mucho sentido, puesto que la corteza terrestre es relativamente pobre en metales.
El estudio fue el resultado de las lecturas de radar del instrumento miniatura de radiofrecuencia (mini-RF) a bordo del Lunar Reconnaissance Orbiter, la cual orbita actualmente la Luna.
Mientras estaba buscando hielo el mini-RF estaba ocupado midiendo la constante dieléctrica, una propiedad del interior de los cráteres del suelo lunar. En ese momento los investigadores se dieron cuenta que ha medida que los cráteres eran más grandes la constante dieléctrica aumentaba.
Usando otros equipos de análisis de datos, los investigadores notaron que si los cráteres más grandes tenían mas metales, lo mas probable es que esto se debía a las profundas excavaciones naturales hechas en la superficie de la Luna, por lo que se cree que hay mucho más para encontrar.
A pesar de ello, aún son inciertos los orígenes del satélite, no se ha estudiado si esta propiedad de los cráteres se repite en el hemisferio sur, además, es posible que la Luna sí se formara de la colisión de la Tierra con otro cuerpo y que la presencia de metales en el subsuelo fuera resultado del progresivo enfriamiento de la superficie.
Fuente: Earth and Planetary Science Letters a través de Science Alert.