Los anillos de los árboles pueden revelar los efectos del cambio climático en Sudamérica

Medio ambiente

Desde mediados del siglo XX, Sudamérica ha experimentado momentos de fuertes lluvias y sequías que no han tenido precedentes, esto de acuerdo a un nuevo estudio. Los autores aseguran que esta volatilidad se puede deber al cambio climático y a la contaminación atmosférica.

Los investigadores han publicado el Atlas de la Sequía de Sudamérica, con el cual se intenta registrar los cambios de humedad en el sur y centro de la región. El atlas recoge el resultado de tres registros de anillos de árboles en Argentina, Bolivia, sur de Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay.

La anchura de los anillos generalmente nos da información acerca de la humedad del suelo. Los datos obtenidos con instrumentos de medición actuales se relacionan con los periodos de sequía e inundaciones de la época colonial.

El atlas mostró que ha tenido lugar un incremento estable de sequías extendidas en Sudamérica desde 1930 y que los momentos de mayor intensidad se han reportado desde los años 1960. Los periodos de escasez de agua han afectado a Chile y Argentina, especialmente entre los años 1968, 1969, 1976, 1977, 1996 y 1997.

“Los eventos hidroclimáticos cada vez más extremos son consistentes con los efectos de las actividades humanas, pero el atlas por sí solo no proporciona evidencia de cuánto de los cambios observados se deben a la variabilidad climática natural frente al calentamiento inducido por el hombre”. dijo el autor líder del estudio Mariano Morales en una declaración. El nuevo récord a largo plazo “destaca la aguda vulnerabilidad de América del Sur a los fenómenos climáticos extremos”, dijo.

El atlas actual sigue a otros que han recogido la evolución climática de lugares como Norteamérica, Asia, Europa, el Mediterráneo, Nueva Zelanda y el este de Australia. Los estudios derivados de estos atlas nos han dado información muy valiosa acerca de cómo los cambios en el clima influyen en el desarrollo de las civilizaciones.

Los investigadores argumentan que los cambios naturales en la precipitación se deben a complejos patrones de circulación atmosférica tanto en el mar como en la tierra. Uno de esos factores son los vientos de bajo nivel del oeste que traen la humedad al continente desde el Pacífico, controlada por los cambios cíclicos en la temperatura de la superficie tanto marítima como terrestre.

Los vientos se han concentrado en su mayor parte en el sur, resultado del uso de agentes químicos que ayudan a reducir los niveles de ozono en la Antártida. Si bien las autoridades prohibieron su uso en los años 1980, sus efectos no se han ido.

Otro efecto son las extremas lluvias. En la cuenca uruguaya del río de La Plata, los veranos desde 1970 han sido especialmente húmedos. Esto ha dado como resultado, el aumento de la producción agrícola y ganadera.

Fuente: PNAS a través de Zmescience.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *