Rusia desclasifica vídeo de la mayor explosión causada por el hombre

Humanidades

El 30 de octubre de 1961, sobre una remota isla en el Ártico, la Unión Soviética lanzó la bomba más poderosa en la historia. A pesar de ser detonada a casi 4 kilómetros de altura, la onda de choque resultante dejó la isla yerma y plana. Los espectadores vieron el destello a casi 1000 kilómetros de distancia, y a 250 km del punto de impacto se sentía un calor intenso. La monstruosa nube de hongo formada sobrepasaba el límite del espacio.

Esta es la historia de RDS-220, mejor conocida como la bomba Zar. Casi 60 años después de ese récord, no se ha vuelto a detonar una bomba de igual o mayor potencia. La semana pasada, la Corporación Estatal de Energía Atómica Rosatom (la agencia estatal atómica rusa) lanzó al público 40 minutos de la filmación del proceso, desde los preparativos hasta la nube de hongo formada, el vídeo puede ser visto aquí (la cuenta regresiva para la detonación empieza en el minuto 22:20).

El premier soviético Nikita Kruschov comisionó personalmente la construcción de la bomba en julio de 1961, según reportó la revista Popular Mechanics. Mientras que Kruschov quería una bomba de 100 megatones, los ingenieros le presentaron una de 50 megatones, equivalente a 50 millones de toneladas de TNT. Incluso con la mitad de la carga útil requerida por el premier, la bomba era increíblemente poderosa, miles de veces más que las de Hiroshima y Nagasaki. También sobrepasó a la de Castle Bravo, la mayor explosión causada por los estadounidenses y que fue de apenas 15 megatones o 15 millones de toneladas de TNT.

https://youtu.be/nbC7BxXtOlo

Como muestra el vídeo, la bomba era enorme, pesaba 24 toneladas y era tan larga como un autobús de dos pisos. Un avión bombardero la cargó a la remota isla de Nueva Zembla, en el Ártico ruso y la lanzó en paracaídas luego de despejar el área. La explosión fue tan poderosa que el piloto del avión perdió momentáneamente el control del aparato.

Afortunadamente no se reportaron víctimas relacionadas con la bomba, y ninguna con mayor o similar potencia se ha vuelto a probar desde entonces. En 1963, Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética firmaron el Tratado de Prohibición Parcial de Pruebas Nucleares, el cual prohibía los ensayos atmosféricos.

Desde entonces, las pruebas atómicas se han llevado a cabo bajo tierra a medida que las naciones continúan almacenando armas nucleares, cambiando ocasionalmente la geografía del terreno que las rodea. Una prueba nuclear de 2018 realizada en Corea del Norte provocó el colapso de una montaña entera sobre la instalación de prueba, un recordatorio, tal vez, de que el mundo apenas necesita otra Bomba Zar para causar un daño nuclear devastador.

Fuente: Live Science.

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