Tras el colapso del histórico Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, China ha abierto el radiotelescopio más grande del mundo a científicos internacionales.
En Pingtang, provincia de Guizhou se encuentra el telescopio esférico de apertura de quinientos metros (FAST), el radiotelescopio más grande del mundo, superando al Observatorio de Arecibo, que se mantuvo como el más grande del mundo durante 53 años antes de que se completara la construcción de FAST. en 2016. Luego de dos fallas de cable a principios de este año, el radiotelescopio de Arecibo colapsó en noviembre, cerrando definitivamente el observatorio. Ahora, FAST abre sus puertas a astrónomos de todo el mundo.
“Nuestro comité científico tiene como objetivo hacer que FAST esté cada vez más abierto a la comunidad internacional”, dijo Wang Qiming, inspector jefe del centro de operaciones y desarrollo de FAST, a la agencia de noticias AFP durante una visita al telescopio, según el sitio de noticias francés AFP.
China aceptará solicitudes el próximo año de científicos extranjeros que buscan utilizar el instrumento para sus investigaciones, según el informe.
Con su enorme plato de 500 metros de diámetro, FAST no solo es más grande que el telescopio Arecibo ahora destruido, sino que también es tres veces más sensible. FAST, que inició sus operaciones en enero de este año, también está rodeado por una zona de “silencio de radio” de 5 kilómetros en la que no se permiten teléfonos celulares ni computadoras.
“Nos inspiramos mucho en su estructura [de Arecibo], que mejoramos gradualmente para construir nuestro telescopio”, dijo Qiming.
Los radiotelescopios como FAST utilizan antenas y receptores de radio para detectar ondas de radio de fuentes de radio en el cosmos, como estrellas, galaxias y agujeros negros. Estos instrumentos también se pueden usar para enviar señales de radio e incluso reflejar la luz de radio de los objetos del sistema solar (como los planetas) para ver qué información podría recuperarse.
Los investigadores pueden usar FAST no solo para explorar el universo sino también para estudiar mundos extraterrestres, determinando si descansan o no en la “zona de ricitos de oro” cerca de su estrella anfitriona, y también para buscar vida extraterrestre.
Es sabido que en 1974 en Arecibo, los científicos que trabajaban en la búsqueda de inteligencia extraterrestre, o SETI, enviaron un mensaje de radio interestelar al cúmulo globular M13 con la esperanza de recibir la confirmación de vida extraterrestre inteligente. El mensaje fue escrito en coautoría por el astrónomo y comunicador científico Carl Sagan, lo que ayudó a popularizar Arecibo y la radioastronomía en general.
Fuente: Live Science.