Hasta el 20% de las personas experimentan la tasa más alta de angustia psicológica en la mediana edad, según ha descubierto una nueva investigación que abarca varias décadas de la vida británica de posguerra.
En el nuevo estudio, los investigadores analizaron la salud mental de tres cohortes distintas, estudiando datos recopilados en estudios longitudinales de participantes nacidos en 1946, 1958 y 1970.
Los resultados, una instantánea de la salud psicológica de los británicos desde los Baby Boomers hasta la Generación X, sugieren que los trastornos de salud mental alcanzan su punto máximo en la mediana edad, reformulando la noción de la crisis de la mediana edad, que es poco reconocida, dicen los investigadores.
“La salud mental en la adolescencia y la vejez tiende a recibir mucha más atención que la angustia psicológica en la mediana edad, a pesar de que los adultos son particularmente vulnerables a las enfermedades mentales en esta etapa de la vida”, explica el investigador de salud pública Dawid Gondek de University College London (UCL).
“Nuestro estudio sugiere que se debe prestar más atención a la detección y el manejo de la salud mental en la mediana edad”.
En la nueva investigación, Gondek y su equipo analizaron datos recopilados de la Encuesta Nacional de Salud y Desarrollo (NSHD, que estudia la salud y el desarrollo de los niños nacidos en 1946), así como el Estudio Nacional de Desarrollo Infantil (NCDS, que analiza a los niños nacidos en 1946 y en 1958) y el British Cohort Study (BCS70, para niños nacidos en 1970).
Al observar un subconjunto de más de 28,000 personas de las tres cohortes, incluidos solo los participantes que habían experimentado algún tipo de angustia psicológica entre los 23 y los 69 años, los investigadores querían llegar a un perfil de edad de cómo se veía la angustia psicológica.
A los efectos del estudio, la angustia psicológica se definió en términos generales, abarcando amplias medidas de depresión y ansiedad, pero sin diagnosticar ni diferenciar entre trastornos mentales específicos.
Los resultados mostraron que la proporción transversal de casos de angustia psicológica fue más alta en la mediana edad en las tres cohortes, alcanzando el 19,1% a los 53 años en NSHD, el 15,2% a los 50 años en NCDS y el 19,9% a los 46 años en BCS70, siguiendo un aumento constante de la angustia psicológica desde los primeros años de la edad adulta hasta la mediana edad.
“En general, después de controlar las diferencias de cohorte, el perfil de edad de la angustia psicológica siguió una forma de U invertida en la edad adulta, con síntomas que aumentaron desde la edad adulta temprana hasta la mitad y posteriormente disminuyeron”, explican los autores en su artículo, señalando que la cohorte de la Generación X, nacida en 1970, parece experimentar las tasas constantes más altas de enfermedad mental durante la edad adulta.
“La Generación X tenía más probabilidades de tener angustia psicológica que los Baby Boomers a lo largo de sus vidas”, dice el investigador de salud de la población de UCL George Ploubidis.
“Ingresaron al mercado laboral a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990 durante un período de recesión y alto desempleo, y también les resultó más difícil que las generaciones anteriores subir a la escalera de la vivienda. Como resultado, estas circunstancias particulares pueden haber tenido un impacto duradero sobre la salud mental de esta generación durante la edad adulta”.
En cuanto a por qué los problemas de salud mental generalmente surgen más en la mediana edad que en la vida anterior o posterior, los investigadores no están del todo seguros.
Pero es posible, dicen, que numerosos factores coincidan en este momento particular de la vida de las personas, ejerciendo mayores presiones y tensiones sobre ellas.
“La mediana edad tiende a implicar un ‘pico’ en la carrera, con los adultos de mediana edad adquiriendo una responsabilidad cada vez mayor como los ‘tomadores de decisiones’ en la sociedad, lo que va acompañado de una reducción del tiempo libre”, escribe el equipo.
“Se encontró que las personas de mediana edad experimentan una disminución en la calidad y cantidad del tiempo libre, así como del tiempo con amigos y familiares, lo que puede traducirse en una peor salud mental”.
Además, la mediana edad a menudo se asocia con cambios significativos en la estructura familiar, dicen los investigadores, ya sea en forma de divorcio, responsabilidades parentales continuas o tener que cuidar a padres ancianos.
Los investigadores reconocen que hay una serie de limitaciones en su estudio, que se basa en diferentes medidas de angustia psicológica en los estudios originales.
Debido a esto, y la subsecuente generalidad de síntomas de depresión y ansiedad que se observaron en el análisis, el equipo dice que los hallazgos no capturan problemas específicos de salud mental en la población, como la psicosis o el trastorno bipolar.
Dado que todos los datos provienen de cohortes que viven en el Reino Unido en momentos específicos de la historia, también significa que no podemos asumir necesariamente que las mismas tendencias en la angustia psicológica aparecerían para personas de otros lugares y épocas.
No obstante, el estudio parece revelar un fenómeno en la salud mental que parece más probable que afecte a las personas de mediana edad que en otros momentos de su vida, y es algo sobre lo que necesitamos saber más, si queremos tener la esperanza de ayudar a las personas que experimentan este aumento de la mediana edad.
“Es necesario realizar más investigaciones para comprender los procesos que subyacen a la angustia psicológica elevada en cada fase de la vida (principios y mediados de los 20, así como entre los 40 y los 50) y las diferencias entre cohortes”, explican los autores.
“Las cohortes de nacimiento británicas, incluidas las que siguen a participantes más jóvenes, son adecuadas para estudiar esos mecanismos”.
Fuente: Science Alert.