La última imagen lanzada por el Telescopio Espacial Hubble realmente está más allá de los límites.
Míralo. La pura audacia. La absoluta frescura de eso.
Aquí estabas, ocupándote de tus propios asuntos mundanos, y luego Hubble tuvo que venir y recordarte que nuestro Universo es asombroso, alucinante y asquerosamente hermoso.
Lo que estás viendo es una nebulosa a unos 4.900 años luz de distancia en la constelación de Géminis. Se llama AFGL 5180 y es parte de un vasto complejo de nubes moleculares llamado Gem OB1.
Esas nubes moleculares gruesas son el lugar donde nacen las estrellas, y AFLG 5180 no es una excepción. Está espectacularmente iluminado desde adentro por una estrella muy joven y caliente que perturba violentamente el espacio a su alrededor a medida que crece, abriendo vastas cavidades en la nube de gas.
Para hacer una estrella bebé, debe comenzar con un grupo denso en una nube de gas molecular frío. Si este grupo colapsa por su propia gravedad, comenzará a formar una estrella. A medida que la protoestrella comienza a girar, el material de la nube que la rodea forma un disco que se enrolla en la estrella en crecimiento, atraído inexorablemente por su fuerza gravitacional cada vez más fuerte.
Si observa de cerca, puede ver dos rayos que emanan de detrás de un pliegue en la nube, hacia la parte superior derecha y la parte inferior izquierda de la imagen. Éstas son una forma en que sabemos que la estrella está creciendo. A medida que el material es atraído hacia la estrella, comienza a interactuar con el complejo campo magnético, produciendo poderosos chorros de plasma que se disparan a lo largo del eje de rotación.
Estos chorros solo duran mientras el material caiga sobre la estrella, por lo que una vez que la estrella deja de crecer, los chorros se apagarán.
De hecho, los chorros son uno de los mecanismos que evitan que la estrella crezca ridículamente grande: empujan material cerca de la estrella, sacándolo del alcance de la atracción gravitacional. Los vientos estelares, una vez que la fusión termonuclear se ha encendido en el núcleo de la estrella, también empujan el material.
Lo que queda del disco, una vez que la estrella haya terminado de crecer, se agrupará para formar planetas y asteroides y otros objetos del sistema planetario.
Observamos nubes como AFLG 5180 para aprender más sobre estos procesos, pero puede ser un poco complicado. Las nubes polvorientas son muy espesas, lo que dificulta ver lo que sucede en el interior.
Ahí es donde los instrumentos como el Hubble son útiles: además de la luz visible, la cámara de campo amplio 3 puede ver en infrarrojos, que penetra en el polvo, revelando el tesoro brillante de las estrellas jóvenes en su interior.
Y, por supuesto, estas imágenes le permiten tomarse un momento de su día para contemplar, con asombro, cuán magnífico es el Universo en el que vivimos.
Si deseas descargar esta imagen para usarla como fondo de pantalla, puedes encontrarla en el sitio web de Hubble.
Fuente: Science Alert.