Las variantes de COVID-19 deben conocerse por letras del alfabeto griego para evitar estigmatizar a las naciones donde se detectaron por primera vez, anunció el lunes la Organización Mundial de la Salud. El nuevo sistema se aplica a las variantes de interés, la más preocupante de las cuales cuatro están en circulación, y las variantes de interés de segundo nivel que se están rastreando.
“No reemplazarán los nombres científicos existentes, pero están destinados a ayudar en la discusión pública”, dijo Maria Van Kerkhove, líder técnico de COVID-19 de la OMS.
Bajo el nuevo sistema, las variantes de interés toman los siguientes nombres: la hasta ahora llamada variante británica B.1.1.7 se convierte en Alfa; la B.1.351 descubierta por primera vez en Sudáfrica se convierte en Beta, mientras que la P.1 brasileña se convierte en Gamma. La denominada variante india B.1.617 se divide en sublinajes, de los cuales la variante de interés B.1.617.2 se convierte en Delta. La variante de interés B.1.617.1 se llama Kappa.
Además de estos nombres, hay otros dos nombres científicos en uso para cada mutación, mientras que se han utilizado diferentes nombres geográficos para describir la misma variante. Por ejemplo, dentro de Gran Bretaña, a lo que otros países se han referido como la variante británica a menudo se le llama variante Kent, el condado en el sureste de Inglaterra donde se descubrió por primera vez. Los nombres de linaje como B.1.1.7.2 todavía se seguirán utilizando en los círculos científicos, para la información de mutación que transmite su nombre.
Estigmatizante y discriminatorio
“Si bien tienen sus ventajas, estos nombres científicos pueden ser difíciles de decir y recordar, y son propensos a ser informados erróneamente”, dijo la OMS en un comunicado.
“Como resultado, la gente suele recurrir a variantes de llamada por los lugares donde se detecta, lo que resulta estigmatizante y discriminatorio”.
“Para evitar esto y simplificar las comunicaciones públicas, la OMS alienta a las autoridades nacionales, los medios de comunicación y otros a adoptar estas nuevas etiquetas”.
A principios de este mes, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó una ley de crímenes de odio destinada a proteger a los estadounidenses de origen asiático que han sufrido un aumento en los ataques durante la pandemia de COVID-19. Los grupos anti-extremismo estadounidenses dicen que el número de ataques y crímenes de odio contra los asiático-estadounidenses se han disparado desde el comienzo de la crisis.
Echan parte de la culpa al ex presidente Donald Trump, quien repetidamente se refirió al COVID-19 como el “virus de China”. La OMS ha estado tratando de encontrar una nueva nomenclatura simplificada para las variantes durante varios meses.
El alfabeto griego contiene 24 letras, pero aún no hay un plan sobre a dónde ir si se agotan. Epsilon, Zeta, Eta, Theta e Iota ya se han adscrito a variantes de interés.
Fuente: Science Alert.