Astrónomos descubren cómo alimentar a un agujero negro

Astronomía

Los agujeros negros en el centro de las galaxias son los objetos más misteriosos del Universo, no solo por las enormes cantidades de material que contienen, millones de veces la masa del sol, sino por la concentración increíblemente densa de materia en un volumen, no más grande que el de nuestro sistema solar. Cuando capturan materia de su entorno se activan y pueden enviar enormes cantidades de energía del proceso de captura, aunque no es fácil detectar el agujero negro durante estos episodios de captura, que no son frecuentes.

Sin embargo, un estudio liderado por la investigadora Almudena Prieto, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha descubierto filamentos de polvo largos y estrechos que rodean y alimentan estos agujeros negros en los centros de las galaxias, y que podrían ser la causa natural de la oscurecimiento de los centros de muchas galaxias cuando sus agujeros negros nucleares están activos. Los resultados de este estudio se han publicado recientemente en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS).

Utilizando imágenes del Telescopio Espacial Hubble, el Very Large Telescope (VLT) del European Southern Observatory (ESO) y el Atacama Large Millimeter Array (ALMA) en Chile, los científicos han podido obtener una visualización directa del proceso de alimentación nuclear de un agujero negro en la galaxia NGC 1566 por estos filamentos. Las imágenes combinadas muestran una instantánea en la que se puede ver cómo los filamentos de polvo se separan, y luego van directamente hacia el centro de la galaxia, donde circulan y giran en espiral alrededor del agujero negro antes de ser tragados por éste.

“Este grupo de telescopios nos ha dado una perspectiva completamente nueva de un agujero negro supermasivo, gracias a la imagen a alta resolución angular y la visualización panorámica de su entorno, porque nos permite seguir la desaparición de los filamentos de polvo a medida que caen en el agujero negro”, explica Almudena Prieto, primera autora del artículo.

El estudio es el resultado del proyecto PARSEC a largo plazo del IAC, que tiene como objetivo comprender cómo los agujeros negros supermasivos despiertan de sus largas vidas de hibernación, y luego de un proceso en el que acumulan material de su entorno, se convierten en los más objetos poderosos en el universo.

Fuente: Phys.org.

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