Durante la pandemia de COVID-19, más de 25.000 toneladas de desechos plásticos relacionados con la pandemia, como máscaras y guantes, terminaron en el océano, según un nuevo estudio. Eso es más de 2,000 autobuses de dos pisos en desperdicio, informó The Guardian. Y en unos pocos años, una parte de esos guantes de plástico y materiales de embalaje de las compras pandémicas podrían estar dando vueltas por el Polo Norte.
El análisis encontró que 193 países produjeron alrededor de 8.4 millones de toneladas de desechos plásticos asociados con la pandemia desde el inicio de la pandemia hasta mediados de agosto de 2021, según The Guardian. La mayoría del plástico, alrededor del 87,4%, fue utilizado por hospitales, mientras que el 7,6% fue utilizado por particulares. Los envases y los kits de prueba representaron aproximadamente el 4,7% y el 0,3% de los desechos, respectivamente, informaron los autores en un estudio reciente, publicado en línea el 8 de noviembre en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
El equipo desarrolló un modelo para predecir qué cantidad de estos desechos plásticos terminaron en el océano después de ser desechados. Ellos predijeron que, al 23 de agosto, alrededor de 25,900 toneladas métricas de desechos plásticos ya habían llegado a los océanos, transportados allí por 369 ríos principales, según The Guardian. En tres años, la mayoría de los escombros pasarán de la superficie del océano a las playas y al fondo marino, y más del 70% llegará a las playas para fin de año, escribieron los autores.
Si bien a corto plazo, la basura afectará principalmente a los entornos costeros cercanos a sus fuentes originales, a largo plazo, se pueden formar parches de basura en el océano abierto, predice el modelo. Por ejemplo, se pueden acumular parches en el noreste del Pacífico y el sureste de los océanos Índico. Y el plástico que es arrastrado hacia el Círculo Polar Ártico llegará a un callejón sin salida, y gran parte de él se hundirá rápidamente en el lecho marino, predice el modelo. Los investigadores también predicen que para el 2025 se formará la denominada zona de acumulación de plástico circumpolar.
Y “a finales de este siglo, el modelo sugiere que casi todos los plásticos asociados a la pandemia acaban en el lecho marino (28,8%) o en las playas (70,5%), lo que podría dañar los ecosistemas bentónicos”, es decir, las regiones más profundas del océano, escribieron los autores.
“La reciente pandemia de COVID-19 ha llevado a una mayor demanda de plástico de un solo uso, intensificando la presión sobre este problema ya fuera de control”, escribieron los autores del estudio. “Estos hallazgos destacan los ríos y cuencas hidrográficas que requieren especial atención en la gestión de residuos plásticos”.
En particular, el estudio destaca la necesidad de mejores sistemas para la recolección, tratamiento y eliminación de desechos plásticos médicos en los países en desarrollo, para mantenerlos fuera de los ríos, y la necesidad general de limitar el uso de plásticos de un solo uso y aumentar el uso de alternativas sostenibles, cuando sea posible, escribieron los autores.
Lea más sobre el nuevo estudio en The Guardian.
Fuente: Live Science.