Investigadores descubren la mejor forma de evitar la proscratinación

Psicología

Dicen que la procrastinación es la ladrona del tiempo, en realidad los plazos lo son. Una nueva investigación de la Universidad de Otago ha descubierto que si quieres que alguien te ayude con algo, es mejor no establecer una fecha límite en absoluto. Pero si establece una fecha límite, hágalo breve. El profesor Stephen Knowles, del Departamento de Economía de la Escuela de Negocios de Otago, y sus coautores probaron el efecto de la duración del plazo en la finalización de tareas para su investigación publicada en Economic Inquiry.

Se invitó a los participantes a completar una encuesta en línea en la que una donación se destina a obras de caridad. Se les dio una semana, un mes o ningún plazo para responder.

El profesor Knowles dice que la investigación comenzó porque él y su equipo, el Dr. Murat Genç, del Departamento de Economía de Otago, la Dra. Trudy Sullivan, del Departamento de Medicina Preventiva y Social de Otago, y el Profesor Maroš Servátka, de la Macquarie Graduate School of Management, estaban interesados ​​en ayudar a las organizaciones benéficas a recaudar más dinero.

Sin embargo, los resultados son aplicables a cualquier situación en la que alguien pida ayuda a otra persona. Esto podría ser pedirle ayuda a un colega en el trabajo o pedirle a tu pareja que haga algo por ti, dice el profesor Knowles.

El estudio encontró que las respuestas a la encuesta fueron más bajas para el plazo de un mes y más altas cuando no se especificó ningún plazo. La ausencia de una fecha límite y la fecha límite de una semana dieron lugar a muchas respuestas tempranas, mientras que una fecha límite larga pareció dar permiso a las personas para posponer las cosas y luego olvidar.

El profesor Knowles no se sorprendió al descubrir que especificar un plazo más corto aumentaba las posibilidades de recibir una respuesta en comparación con un plazo más largo. Sin embargo, le pareció interesante que recibieran la mayor cantidad de respuestas cuando no se especificó una fecha límite.

“Interpretamos esto como evidencia de que especificar una fecha límite más larga, en lugar de una fecha límite corta o ninguna fecha límite, elimina la urgencia de actuar, que a menudo es percibida por las personas cuando se les pide ayuda”, dice.

“Por lo tanto, la gente pospone la realización de la tarea y, dado que no presta atención o la olvida, posponerla da como resultado tasas de respuesta más bajas”.

Él dice que es posible que no especificar una fecha límite podría haber llevado a los participantes a asumir que hay una fecha límite implícita. El profesor Knowles espera que su investigación pueda ayudar a reducir la cantidad de personas que procrastinan.

“Mucha gente pospone las cosas. Tienen las mejores intenciones de ayudar a alguien, pero simplemente no consiguen hacerlo”.

Fuente: Medical Xpress.

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