La resistencia a los antibióticos es un problema importante que los científicos y las organizaciones de salud buscan superar. Pronto, la ayuda puede llegar tras el descubrimiento de una nueva molécula que puede controlar eficazmente las bacterias que se han vuelto resistentes a los medicamentos.
La molécula se llama fabimicina, y más adelante podría usarse para combatir algunas de las infecciones más persistentes que los humanos pueden contraer. El nuevo tratamiento potencial se dirige a las bacterias gramnegativas, un grupo de patógenos difíciles de matar que comúnmente están detrás de las infecciones del tracto urinario, los pulmones e incluso el torrente sanguíneo.
Su resiliencia se debe a una membrana externa protectora que ayuda a proteger la pared de sustancias dañinas como los antibióticos. Un estudio en un hospital inglés encontró que más de un tercio de las personas con infecciones sanguíneas por bacterias gramnegativas habían muerto en un año, lo que demuestra los desafíos que implica el manejo de estos microbios robustos.
“Los estudios genómicos y los experimentos con cepas deficientes en permeabilidad han revelado una variedad de objetivos biológicos que pueden participar para matar bacterias gramnegativas”, escriben los investigadores en su artículo publicado.
“Sin embargo, la formidable membrana externa y las promiscuas bombas de expulsión de estos patógenos impiden que muchos antibióticos candidatos alcancen estos objetivos”.
La fabimicina supera estos problemas al pasar a través de la capa celular externa, evitando las bombas que eliminan el material extraño para permitir que la molécula se acumule donde puede causar más daño. La sustancia también logra evitar eliminar demasiadas bacterias saludables, otro problema con los tratamientos actuales. El equipo comenzó con un antibiótico que se sabía que era eficaz contra las bacterias grampositivas e hizo varios cambios estructurales para darle a la molécula el poder de infiltrarse en las poderosas defensas de las cepas gramnegativas.
En las pruebas, la fabimicina tuvo un efecto sobre más de 300 tipos de bacterias resistentes a los medicamentos. Además, en modelos de ratones se demostró que reduce los niveles de bacterias dañinas en ratones con neumonía o infecciones del tracto urinario a donde estaban antes de la infección.
“Dada la prometedora actividad de la fabimicina en modelos de infección en ratones y los datos alentadores de que la fabimicina es mucho más estable en plasma humano y de rata, es razonable creer que la eficacia de la fabimicina puede mejorar a medida que se usa para tratar infecciones en organismos superiores”, escribe el investigadores
Descubrir antibióticos que podrían funcionar en bacterias gramnegativas no es algo que suceda todos los días, por lo que la biosíntesis de fabimicina es un desarrollo prometedor. A medida que pasa el tiempo, comprendemos más y más acerca de las bacterias gramnegativas, ya sea por la forma en que se ensamblan a nivel molecular o por la forma en que funcionan dentro del cuerpo. Toda esa información es útil para descubrir cómo podemos detener el daño que causa.
Todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que la fabimicina pueda incorporarse a un medicamento que realmente se use, pero las señales son buenas. Sin duda, valdrá la pena vigilarlo mientras los investigadores lo preparan para su uso en pruebas con humanos.
“La potencia de la fabimicina, combinada con la muy baja frecuencia de resistencia y la aparente falta de resistencia preexistente, es un buen augurio para su traducción”, escriben los investigadores.
La investigación ha sido publicada en ACS Central Science.
Fuente: Science Alert.