¿Por qué movemos los ojos al soñar? Un nuevo estudio sugiere una respuesta

Biología

Como tantos otros animales, los ratones entran en un mundo de imaginación cuando se quedan dormidos. Lo sabemos porque sus pequeños ojos pequeños y brillantes parpadean de un lado a otro mientras sus cerebros zumban en la clave de los sueños. Ahora, gracias a un estudio en el cerebro de roedores dormidos, podemos decir con mayor confianza por qué ocurren estos movimientos oculares rápidos (REM).

Los investigadores han estado estudiando el fenómeno del parpadeo de ojos basado en sueños desde la década de 1950. Los durmientes que se despertaban de sueños vívidos tendían a mostrar movimientos oculares particularmente exagerados, por lo que era fácil asumir que sus ojos seguían el paisaje ficticio en su paisaje onírico.

Aunque tan razonable como podría ser la afirmación, es una hipótesis desafiante para respaldar experimentalmente. La mayoría de los estudios hasta la fecha se han basado en los sueños de los durmientes despiertos, que los investigadores relacionaron con los movimientos de sus ojos, pero ese enfoque deja demasiado espacio para la duda.

Otros investigadores han señalado que el sueño REM puede ocurrir en ausencia de sueños, especialmente en bebés pequeños y en personas con traumatismos cerebrales que, presumiblemente, les impiden visualizar. También podemos soñar sin entrar en el sueño REM.

Es importante destacar que no todos los estudios respaldan lo que se conoce como la “hipótesis de exploración”.

Alternativamente, el rápido movimiento de nuestros globos oculares debajo de sus párpados, descrito como movimientos sacádicos, podría ser simplemente una respuesta nerviosa a una actividad más fundamental que surge cuando el cerebro ya no está atado a la conciencia. Para ir más allá de las dificultades de estudiar la neurología de los seres humanos que sueñan, científicos de la Universidad de California en San Francisco utilizaron ratones como proxy. Específicamente, midieron la actividad de las células nerviosas en el tálamo del ratón que son responsables de apuntar la cabeza en una dirección particular.

En ratones despiertos, los movimientos sacádicos tienden a alinearse con los movimientos de la cabeza mientras los ratones navegan por el mundo real. Hacer coincidir los movimientos oculares con los impulsos nerviosos para la dirección de la cabeza sería una prueba importante en apoyo de la hipótesis del escaneo.

El equipo usó pequeñas sondas implantadas para registrar la actividad neuronal de los ratones, lo que les permitió explorar libremente su entorno mientras estaban despiertos. Mientras tanto, una serie de cámaras capturaron cada dardo y parpadeo de sus ojos.

Cuando los sujetos de prueba cansados ​​se acurrucaron para tomar una siesta, los sensores siguieron grabando. Las líneas de base en la actividad neuronal y los movimientos sacádicos establecidos durante los períodos de vigilia se utilizaron para determinar la probabilidad de que los movimientos oculares durante el REM también estuvieran relacionados con la dirección prevista a través de su mundo mental.

Sus resultados proporcionan evidencia bastante clara y objetiva que conecta los rápidos movimientos oculares del ratón y el control de su cerebro sobre los movimientos de la cabeza. Al igual que cuando está despierto, los movimientos oculares más grandes y espasmódicos predicen cambios más fuertes en la dirección de la cabeza según lo indique el tálamo, por ejemplo. Por supuesto, nos quedamos con la advertencia habitual de conectar los resultados de un experimento en ratones con el mismo tipo de comportamiento en humanos. Aparte de replicar medidas precisas similares en un cerebro humano conveniente, un procedimiento invasivo que no tiene precedentes en la investigación de los sueños, es la evidencia más directa para la hipótesis de exploración que obtendrá.

Todo esto apunta a un mayor nivel de coordinación en todo el cerebro durante el sueño REM que continúa dirigiendo los movimientos de un cuerpo a través de un espacio imaginado. Además de sopesar firmemente un lado de un debate de décadas, el descubrimiento podría tener implicaciones para futuras investigaciones.

Según un comentario de los neurólogos Cathrin Canto y Chris De Zeeuw del Instituto Holandés de Neurociencia, leer los movimientos oculares durante el sueño podría ayudar a informar las terapias para mejorar la memoria o manejar el trauma. También podría darnos más información sobre el propósito mismo de nuestros vagabundeos inconscientes.

“Las contracciones musculares, que también ocurren con frecuencia durante el sueño REM, podrían estar relacionadas con las señales internas de rumbo proporcionadas por los movimientos oculares rápidos, y los análisis de estos podrían brindar más información sobre los sueños”, escriben Canto y De Zeeuw.

En cuanto a lo que los ratones pueden ver en su mente mientras duermen, eso solo podemos imaginarlo en nuestros sueños más salvajes.

La investigación fue publicada en Science.

Fuente: Science Alert.

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