Un trío de investigadores, uno del Ministerio de Ciencias de la Tierra del gobierno indio, otro del Instituto Indio de Tecnología de Bombay y el tercero del Instituto Nacional de Estudios Avanzados, también en India, ha descubierto que algunas especies de pingüinos salvajes pueden tener algún grado de la autoconciencia. Prabir Ghosh Dastidar, Azizuddin Khan y Anindya Sinha escribieron un artículo que describe su estudio del comportamiento de los pingüinos Adelia en la Antártida y lo que aprendieron en su esfuerzo. El documento completo está disponible en el servidor de preimpresión de bioRxiv.
Investigaciones anteriores han demostrado que la autoconciencia es rara en el reino animal; hasta ahora, solo se ha encontrado que algunos mamíferos, algunas aves y algunos peces la tienen. En los humanos es algo fácil de probar, pero en los animales requiere algo de trabajo. La mayoría de los estudios que lo han buscado han utilizado lo que se conoce como la prueba del espejo, en la que, como sugiere su nombre, a los animales de prueba se les permite verse en un espejo mientras los investigadores estudian sus reacciones.
La autoconciencia generalmente implica que los sujetos noten algo sobre sí mismos que también está en su reflejo, como tocar una marca roja en su propia cara que solo pueden ver en el espejo. En este nuevo esfuerzo, los investigadores se preguntaron si los pingüinos podrían tener conciencia de sí mismos. Para averiguarlo, se aventuraron a la isla Svenner en una parte del este de la Antártida para observar el comportamiento de los pingüinos Adelia respondiendo a las imágenes de sí mismos en los espejos.
Los investigadores realizaron cuatro experimentos. El primero implicó simplemente colocar algunos espejos en el suelo cerca de los pingüinos y observar cómo los pingüinos al azar los miraban. El segundo involucró la construcción de un corral de cartón alrededor de algunos de los pingüinos que los dirigía hacia los espejos en los extremos de un recinto. El tercero consistía en colocar pequeñas pegatinas en los espejos que, cuando se miraban, parecían estar en el pingüino mirándolo. El experimento final involucró colocar un babero en pingüinos al azar colocados frente a un espejo.
Los investigadores no encontraron respuesta en el primer experimento, que en realidad fue un hallazgo: muchos animales fallan en esa prueba cuando creen que la criatura que están viendo en el espejo es otra de su especie y responden en consecuencia. En el segundo experimento, los pingüinos se movían de una forma que sugería que podrían estar examinándose a sí mismos. Los pingüinos también se agitaron cuando miraron los espejos con pegatinas y trataron activamente de quitarlos. Pero no respondieron en absoluto al verse con un pequeño babero. Los investigadores sugieren que sus resultados son un poco ambiguos, pero tengamos en cuenta que, en conjunto, sus hallazgos sugieren que los pingüinos exhibieron cierto grado de autoconciencia.
Fuente: Phys.org.
