Un equipo de ingenieros de diseño e higienistas ambientales del Imperial College London, la London School of Hygiene, Tropical Medicine y la Universidad de Dar es Salaam han desarrollado un sistema de pastillas de jabón desechables para aumentar el lavado de manos en áreas pobres. En su estudio publicado por PLOS ONE, el grupo probó una variedad de enfoques para ayudar a las personas pobres que carecen de plomería interior a lavarse las manos.
Investigaciones anteriores han demostrado que lavarse las manos puede reducir la propagación de enfermedades, especialmente si se hace después de que una persona defeca. Desafortunadamente, el lavado de manos generalmente requiere agua corriente y jabón (su propósito es adherirse a las bacterias y ayudar a eliminarlas durante el enjuague).
En lugares donde no hay plomería interior, lavarse las manos después de defecar puede ser engorroso. En este nuevo esfuerzo, el equipo de investigación buscó facilitar el lavado de manos en regiones subdesarrolladas mediante el desarrollo de un sistema de lavado de manos que pudiera usarse fácilmente en tales condiciones. Centraron sus esfuerzos en las personas que viven en partes de Tanzania donde muy pocas personas tienen plomería interior.
El equipo seleccionó a personas que vivían en pueblos separados para que sirvieran como asistentes en el proyecto. Todos los asistentes vivían en casas sin plomería interior, obtenían agua recogiéndola ellos mismos o pagando a alguien para que se la llevara, y tenían al menos un niño mayor de cinco años y uno menor de cinco años viviendo con ellos.
El equipo realizó entrevistas para obtener más información sobre las barreras para lavarse las manos. Conversaron con sus asistentes y también con jaboneros. Descubrieron que las personas en áreas subdesarrolladas querían lavarse las manos, pero les resultaba difícil hacerlo: uno de los mayores obstáculos era el temor a que los dispensadores (o barras) de jabón albergaran bacterias debido a que varias personas los usaban.
Los investigadores finalmente crearon cinco dispensadores prototipo, que se redujeron a dos diseños principales. Uno era un rallador, el otro era un dispensador de pastillas de jabón biodegradable. Este último resultó ser mucho más popular porque permitía colocarlo cerca de un inodoro y dispensar con manos libres. Los usuarios solo tocaban la lengüeta de extracción y el agua de una jarra cercana. El equipo de investigación llegó a la conclusión de que los dispensadores de jabón con pastilla podrían fabricarse en masa fácilmente y entregarse o venderse a personas que viven sin plomería interior para mejorar las condiciones de vida.
Fuente: Medical Xpress.