Sabemos que hay hielo en la luna. Es muy sorprendente, pero lo sabemos. Pero cómo llegó allí es una cuestión diferente. Ahora, un nuevo estudio sugiere una fuente poco probable: electrones de nuestro planeta.
La luna no tiene una atmósfera adecuada. Como resultado, en realidad no puede mantener agua líquida, pero puede almacenar algo de agua congelada. En la perpetua oscuridad de algunos de los cráteres de la luna, misiones anteriores han encontrado signos claros de agua congelada.
Una parte de eso podría haber sido aportada de fuentes externas. La luna es bombardeada continuamente por meteoritos y muchos de ellos tienen hielo de agua. Pero esto no cuenta toda la historia.
El observatorio SOFIA (un proyecto conjunto de la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán) demostró que las moléculas de agua difusas en bajas concentraciones pueden persistir en la superficie de la Luna iluminada por el sol, y los investigadores sospechan que también se puede producir agua lunar en la Luna, con ayuda del viento solar.
Tierra, agua y viento.
Cada segundo, la Tierra es bombardeada por el Sol con protones de alta energía; esto se llama viento solar. Afortunadamente, estamos protegidos de gran parte de esta radiación por el escudo magnético del planeta, llamado magnetosfera. Debido a que el núcleo de nuestro planeta agita hierro cargado eléctricamente, genera un campo magnético lo suficientemente grande como para extenderse hacia el espacio entre 6 y 10 veces el radio de la Tierra.
La magnetosfera no está fija en un lugar, sino que el viento solar la empuja y remodela constantemente. En particular, forma una larga cola en el lado “noche”, el lado opuesto al Sol.
Estudios anteriores demostraron que el oxígeno atrapado en la magnetosfera de la Tierra puede oxidar el hierro en la luna cuando la luna pasa por esta cola. Ahora, Shuai Li, investigador asistente de la Escuela de Ciencias y Tecnología Oceánicas y Terrestres (SOEST) de la UH Mānoa, quería ver si este efecto también podría estar relacionado con el agua.
Se cree que el viento solar es uno de los principales mecanismos que contribuyen a la formación de agua en la Luna. Los protones del viento solar se combinan químicamente con los átomos de oxígeno presentes en los minerales lunares (óxidos, silicatos, etc.) para producir pequeñas cantidades de agua atrapadas dentro de los minerales. Esta agua podría liberarse posteriormente de los minerales.
Encontrar agua en la luna
Volvieron a analizar los datos recopilados por la misión Chandrayaan 1 entre 2008 y 2009, buscando específicamente signos de agua, un testimonio del hecho de que incluso años después de que una misión haya finalizado, todavía puede ofrecer datos valiosos. Los investigadores se sorprendieron al encontrar señales claras de que se estaba formando más agua en la luna cuando estaba en la cola de la magnetosfera de la Tierra, momento en el que estaba protegida del viento solar.
“Para mi sorpresa, las observaciones de teledetección mostraron que la formación de agua en la cola magnética de la Tierra es casi idéntica al momento en que la Luna estaba fuera de la cola magnética de la Tierra”, dijo Li. “Esto indica que, en la cola magnética, puede haber procesos de formación adicionales o nuevas fuentes de agua no directamente asociadas con la implantación de protones del viento solar. En particular, la radiación de electrones de alta energía exhibe efectos similares a los de los protones del viento solar”.
“En conjunto, este hallazgo y mis hallazgos anteriores sobre polos lunares oxidados indican que la Madre Tierra está fuertemente ligada a su luna en muchos aspectos no reconocidos”, dijo Li.
Esto muestra cuán grande es el impacto que tiene la Tierra en la Luna y cuánto aún no entendemos sobre el sistema Luna-Tierra. En el futuro, Li y sus colegas quieren persuadir a la NASA para que utilice las misiones Artemis para estudiar con mayor detalle el contenido de agua lunar y la formación de agua lunar. Esto es particularmente importante porque si vamos a establecer una misión a largo plazo en la Luna, es esencial una buena comprensión del sistema de agua lunar y de sus reservas.
El estudio fue publicado el 14 de septiembre en la revista Nature Astronomy.
Fuente: ZME Science.
