Los geólogos hablan ahora de rocas plásticas

Geología

Las rocas sedimentarias constituyen alrededor del 75% de las rocas de la superficie del planeta. También son el tipo de roca que más interactúa con procesos superficiales como el movimiento del agua, la erosión y, como resultado, la contaminación. En los últimos años, los geólogos han encontrado cada vez más rocas plásticas de diversas formas y formas. Hay plastiglomerado, plastitar, plasticrust… pero no hay una definición unificada para todos ellos. Hasta ahora.

“En este contexto, proponemos la adopción del término existente ‘plastistone’ con una definición revisada para describir colectivamente estas nuevas formas plásticas”, escriben Liuwei Wang y Deyi Hou de la Universidad de Tsinghua.

Geología plástica: ¿cómo se forman las plastistones?
A diferencia de las rocas sedimentarias tradicionales como la piedra caliza o la arenisca, la plastistone es un híbrido de roca natural y plástico sintético. Esta combinación ocurre cuando los desechos plásticos se entrelazan con elementos rocosos naturales, dando lugar a una formación geológica única. Aquí está en juego el proceso de litificación, que convierte los sedimentos sueltos en roca sólida, incorporando plástico como parte de la matriz de la roca.

Los dos investigadores afirman que se han encontrado plastistones a escala mundial, tanto en las regiones costeras como en las del interior. Se forman mediante la fusión de rocas naturales y desechos plásticos, un indicador sorprendente del impacto humano en el planeta.

La formación de plastistone puede ocurrir mediante varios mecanismos. Un método común es fundir desechos plásticos en entornos como fogatas o sitios de quema de desechos. Luego, el plástico derretido se adhiere a las rocas o sedimentos existentes y eventualmente se enfría y solidifica en una estructura similar a una roca. La plastistone resultante puede exhibir una variedad de apariencias, dependiendo de los tipos de plástico y roca natural involucrados.

El derretimiento de los residuos plásticos de las hogueras o de las altas temperaturas en las playas (1) está dando lugar a la formación de un nuevo tipo de roca conocida como plastiglomerado (2). El plastiglomerado formado se fusiona con el sedimento circundante para crear una capa de sedimento de composición diferente (3). La aparición de esta nueva capa se está utilizando como evidencia física de un horizonte marcador para una época del Antropoceno (4).

¿Qué hay en una plastistone?
Los tipos de plástico comunes que se encuentran en las plastistones incluyen polietileno (PE), tereftalato de polietileno (PET) y polipropileno (PP). A menudo proceden de residuos domésticos, como envases y contenedores, o de actividades marítimas. Las propiedades físicas de las plastistones pueden variar significativamente, influenciadas por factores como la cantidad y el tipo de plástico involucrado, la naturaleza de la roca o sedimento circundante y las condiciones ambientales específicas durante la formación. Sin embargo, es muy probable que existan muchos más tipos de plastistones que aún no hemos descubierto.

Se ha demostrado que las plastistonas alteran las comunidades microbianas del entorno circundante y pueden generar cantidades significativas de microplásticos y nanoplásticos. La posibilidad de que estas rocas liberen microplásticos y nanoplásticos en las áreas circundantes genera preocupación sobre sus efectos ecológicos a largo plazo.

“El plastiglomerado representa un peligro inminente para la sostenibilidad de los océanos, la economía azul y la salud humana en general”, dijo Hou a Newsweek.

De hecho, el interés en torno a estas rocas es más ambiental que geológico.

Otro signo más del Antropoceno
Este nuevo tipo de roca sedimentaria proporciona evidencia convincente de cómo las actividades humanas pueden actuar como un poderoso proceso geológico exógeno que remodela el registro geológico de nuestro planeta. Se habla mucho del Antropoceno, la nueva era geológica que la humanidad ha iniciado en la Tierra, y las plastistones son un buen ejemplo de ello.

El mundo produce la friolera de 380 millones de toneladas métricas de plástico al año, y una gran parte de ese plástico termina en los océanos y ríos del mundo. Estamos produciendo tanto plástico que estamos cambiando la geología del planeta, y las plastistones, como tipo emergente de roca sedimentaria, simbolizan el impacto profundo y duradero que tienen los humanos.

El estudio de la plastistone aún se encuentra en sus primeras etapas y aún queda mucho por entender sobre su formación, distribución e impacto. Es probable que las investigaciones futuras se centren en mapear la distribución global de la plastistone, comprender sus diversos procesos de formación y evaluar sus implicaciones ecológicas y ambientales. Monitorear la evolución y propagación de la plastistone será crucial para comprender los efectos más amplios de la contaminación plástica en la geología del planeta.

Fuente: ZME Science.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *