Los datos recopilados de 170.000 pozos de monitoreo de aguas subterráneas y 1.700 sistemas de aguas subterráneas durante los últimos 40 años muestran que las reservas de aguas subterráneas están cayendo a un ritmo alarmante. Esto parece ser un problema en todas partes del mundo, desde California hasta Irán y el sur de Europa.
Pero también hay un lado positivo. El estudio también muestra que las prácticas sostenibles y una gestión cuidadosa de las aguas subterráneas pueden ayudar a reponer las reservas.
Agua subterránea
Cuando pensamos en agua dulce, normalmente pensamos en lagos y ríos. Pero gran parte del agua que utilizamos en realidad proviene del subsuelo. Alrededor del 30% de toda el agua dulce disponible en el mundo está oculta en poros y fracturas de rocas subterráneas. Estas aguas subterráneas representan aproximadamente la mitad del agua que bebemos y cerca del 40% del agua utilizada para la agricultura y la industria.
En principio, esta agua es un recurso renovable. Se repone a partir de la precipitación superficial y las filtraciones, pero si usas demasiado, puedes agotarlo. Esto es precisamente lo que está sucediendo en muchas partes del mundo.
Según Hansjörg Seybold, científico de la ETH Zurich, el mundo entero utiliza el agua subterránea “como si no hubiera un mañana”. Junto con investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara, revisó minuciosamente cuatro décadas de datos para ver cómo el mundo está bombeando agua subterránea.
Las mediciones muestran que desde 1980 los niveles de agua subterránea han ido disminuyendo constantemente en casi todas partes. Desde 2000, esta disminución ha comenzado a acelerarse cada vez más, particularmente en las regiones áridas.
“No nos sorprendió que los niveles de agua subterránea hayan caído drásticamente en todo el mundo, pero sí nos sorprendió cómo se ha acelerado el ritmo en las últimas dos décadas”, dice Seybold.
Los investigadores señalan que el principal culpable de esto es la agricultura.
Alimentar al mundo sediento
A nivel mundial, alrededor del 70% del agua dulce se utiliza para la agricultura. Algunos alimentos (la carne, en particular) requieren mucha más agua que otros, pero toda la agricultura depende del agua y, en general, nuestra agricultura utiliza cada vez más agua. Para empeorar aún más las cosas, la población mundial sigue aumentando, especialmente en lugares áridos, y el cambio climático también está alimentando la escasez de agua.
“El estudio también revela buenas noticias”, afirma la coautora Debra Perrone. “Los acuíferos en algunas áreas se han recuperado en lugares donde ha habido cambios de políticas o donde hay fuentes alternativas de agua disponibles para uso directo o para recargar el acuífero”.
Por ejemplo, el acuífero bajo el lago Lemán en Suiza (cerca de la frontera francesa) está mostrando signos notables de recuperación. En la década de 1960, ambos países bombeaban agua sin mucha consideración. Luego, los dos países iniciaron esfuerzos coordinados para gestionar el agua de manera más sostenible. Primero, se estabilizó el agua subterránea y luego comenzó a regresar a sus niveles naturales. Todavía no hemos llegado a ese punto, pero es un ejemplo de que los niveles de agua subterránea también pueden aumentar.
Sin embargo, también existe una cuestión de tiempo. Estas medidas funcionan mejor cuando los niveles del acuífero aún son relativamente altos. Si caen por debajo de un umbral, resulta mucho más difícil recuperarlos.
“Estos ejemplos son un rayo de esperanza”, dice el investigador y autor principal de la UCSB, Scott Jasechko. Sin embargo, él y sus colegas piden urgentemente más medidas para combatir el agotamiento de las reservas de agua subterránea. “Una vez muy agotados, los acuíferos en semidesiertos y desiertos pueden necesitar cientos de años para recuperarse porque simplemente no hay suficiente lluvia para reponerlos rápidamente”, dice Jasechko.
Además, los acuíferos costeros están aún más problemáticos. Si el agua subterránea cae por debajo de cierto nivel, entonces el agua de mar puede comenzar a fluir hacia el acuífero, dejándolo inutilizable para los humanos y convirtiéndolo en veneno para las plantas. Esto es lo que ya está sucediendo en grandes zonas de la costa occidental de Estados Unidos.
“Es por eso que no podemos dejar el problema en un segundo plano”, dice Seybold. “El mundo debe tomar medidas urgentes”.
Referencias de revistas:
Jasechko S, Seybold HJ, Perrone, D. et al. Rápida disminución de las aguas subterráneas en muchos acuíferos a nivel mundial, pero hay casos de recuperación, Nature, 2024. doi: external page10.1038/s41586-023-06879-8call_made
De los Cobos, G. El acuífero transfronterizo ginebrino (Suiza-Francia): El secreto de 40 años de gestión exitosa. Revista de Hidrología: Estudios Regionales, 2018, doi: external page10.1016/j.ejrh.2018.02.003call_made.
Fuente: ZME Science.