Los dragones de Komodo tienen dientes recubiertos literalmente de hierro

Biología

Los dragones de Komodo, los lagartos más grandes del mundo, han fascinado a los científicos y al público en general por su formidable tamaño y sus capacidades letales. Ahora, su temible reputación se ha visto reforzada por un nuevo descubrimiento: sus dientes están recubiertos por una capa de hierro.

Los científicos del King’s College de Londres descubrieron esta sorprendente característica cuando observaron un pigmento naranja en las puntas y los bordes dentados de los dientes de los dragones. Tras un análisis más detallado, los científicos se sorprendieron al descubrir que la coloración se debía a una fina capa de óxido de hierro: óxido.

La capa de hierro concentrada mejora la dureza y la agudeza de los dientes. Sorprendentemente, a partir de esta observación, los investigadores descubrieron que otras especies de reptiles tienen algo de hierro en el esmalte, aunque no tan pronunciado.

Dentado revestido de hierro
El revestimiento de hierro hace que los dientes sean excepcionalmente resistentes al desgaste, perfectos para un depredador de ápice que depende de sus dientes para desgarrar y destrozar a sus presas. Cuando un dragón de Komodo tiende una emboscada a su presa, normalmente un ciervo, un búfalo de agua o incluso otro dragón de Komodo, emplea sus dientes dentados, parecidos a los de un tiburón, y sus poderosas mandíbulas para asestar un mordisco devastador. El ataque inicial es rápido y mortal, ya que los dientes del dragón perforan profundamente la carne, provocando una pérdida de sangre y un trauma significativos.

Sin embargo, el verdadero horror de su técnica de punción y tracción reside en lo que sigue. El dragón de Komodo no se limita a morder, sino que tira de la cabeza hacia atrás con fuerza, utilizando la fuerza de los músculos del cuello. Este movimiento, similar a un desgarro, arranca trozos de carne del cuerpo de la presa. La saliva del dragón, repleta de bacterias dañinas, ayuda a garantizar que, incluso si la presa escapa al ataque inmediato, probablemente sucumba a una infección y envenenamiento de la sangre en unos pocos días. El agudo sentido del olfato del dragón, capaz de detectar un cadáver a varios kilómetros de distancia, le permite rastrear y recuperar a su presa moribunda o muerta. Ahora, como si no fueran lo suficientemente extraordinarios, los científicos también han descubierto que los dientes del dragón de Komodo están recubiertos de metal.

El tono anaranjado del esmalte es óxido de hierro. Crédito: LeBlanc.

Dientes especiales de reptil
El equipo de investigación utilizó técnicas avanzadas de imágenes y varios análisis químicos y mecánicos para estudiar los dientes de varios especímenes de dragón de Komodo. Entre ellos, un dragón de 15 años llamado Ganas del zoológico de Londres. También estudiaron otros reptiles como lagartos monitores, cocodrilos, caimanes e incluso dinosaurios. Los investigadores eligieron la comparación con los dinosaurios por una buena razón: el dragón tiene dientes similares a los depredadores dinosaurios extintos, como el poderoso T. rex.

“Los dragones de Komodo tienen dientes curvados y dentados para desgarrar y desgarrar a sus presas al igual que los dinosaurios carnívoros. Queremos utilizar esta similitud para aprender más sobre cómo podrían haber comido los dinosaurios carnívoros y si usaban hierro en sus dientes de la misma manera que el dragón de Komodo”, dijo Aaron LeBlanc, profesor de Biociencias Dentales en el King’s College de Londres y autor principal del estudio.

“Desafortunadamente, con la tecnología que tenemos actualmente no podemos determinar si los dientes fosilizados de dinosaurios tenían altos niveles de hierro o no. Creemos que los cambios químicos que tienen lugar durante el proceso de fosilización ocultan la cantidad de hierro presente al principio”.

Los dientes dentados del dragón son similares a los del T. rex. Crédito: King’s College London.

El análisis reveló que el esmalte de los dragones de Komodo está concentrado en una fina capa sobre las dentadas y puntas de los dientes. Otros reptiles incluidos en el estudio también tenían sorprendentemente algo de hierro en el esmalte. Pero el recubrimiento de metal a lo largo de los afilados dientes del dragón de Komodo fue el más llamativo. Los hallazgos sugieren que este recubrimiento rico en hierro podría ser una característica más extendida entre los dientes de los reptiles de lo que se pensaba anteriormente, aunque esto requerirá más investigación.

Implicaciones para los reptiles y los dinosaurios
Este descubrimiento ofrece nuevos conocimientos sobre cómo podrían haber funcionado los dientes de los dinosaurios carnívoros. Aunque no se encontraron recubrimientos de hierro en los fósiles de dinosaurios, los investigadores creen que el hierro podría haberse degradado a lo largo de millones de años.

“Lo que sí encontramos, sin embargo, fue que los dinosaurios carnívoros más grandes, como los tiranosaurios, sí cambiaron la estructura del esmalte en los bordes cortantes de sus dientes. Así, mientras que los dragones de Komodo han alterado la química de sus dientes, algunos dinosaurios alteraron la estructura de su esmalte dental para mantener un borde cortante afilado”, dijo LeBlanc.

“Con un análisis más profundo de los dientes de Komodo, es posible que podamos encontrar otros marcadores en el recubrimiento de hierro que no se modifican durante la fosilización. Con marcadores como ese, sabríamos con certeza si los dinosaurios también tenían dientes recubiertos de hierro y tendríamos una mayor comprensión de estos feroces depredadores”.

El estudio también sugiere posibles aplicaciones en la odontología humana. La estructura de los dientes del dragón de Komodo podría inspirar nuevas técnicas para regenerar el esmalte humano, lo que podría conducir a avances en el cuidado dental.

Los esfuerzos de conservación son fundamentales, ya que la especie se enfrenta a amenazas como la destrucción del hábitat y la caza ilegal. Solo quedan unos 3.500 dragones de Komodo en estado salvaje en las islas menores de la Sonda, en Indonesia.

“Los dragones de Komodo, los lagartos más grandes del mundo, son animales indiscutiblemente impresionantes. Después de haber trabajado con ellos durante 12 años en el Zoológico de Londres, sigo fascinado por ellos y estos hallazgos enfatizan aún más lo increíbles que son”, dijo Benjamin Tapley, Curador de Reptiles y Anfibios en la Sociedad Zoológica de Londres.

“Los dragones de Komodo están tristemente en peligro de extinción, por lo que, además de fortalecer nuestra comprensión de cómo podrían haber vivido los dinosaurios icónicos, este descubrimiento también nos ayuda a construir una comprensión más profunda de estos asombrosos reptiles mientras trabajamos para protegerlos”.

Los hallazgos aparecieron en la revista Nature Ecology & Evolution.

Fuente: ZME Science.

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