A primera vista, este árbol casi parece haber sido víctima de graffiti vandálico. Pero si miras más de cerca, verás que no ha sido pintado con aerosol: el árbol tiene este color naturalmente.
Eucalyptus deglupta es un árbol alto, comúnmente conocido como eucalipto arcoíris, goma de Mindanao o goma arcoíris. Es el único árbol de eucalipto que crece naturalmente en el hemisferio norte. El eucalipto arcoíris es originario de Filipinas, Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde prospera en bosques tropicales con abundantes precipitaciones y condiciones húmedas. En su entorno nativo, este árbol puede crecer hasta alcanzar alturas impresionantes, superando en ocasiones los 61 metros.
Sin duda, su característica más interesante es su corteza. La corteza, salpicada de tonos de verde, azul, morado, naranja y granate, hace que parezca un árbol surgido de la vívida imaginación de un pintor y no un producto de la naturaleza. Pero esto es muy natural.
La ciencia detrás de la corteza del eucalipto arcoíris
El árbol muda su corteza en tiras durante todo el año. Al principio, revela una capa interior de color verde brillante. A medida que esta capa se expone al aire, comienza a envejecer y sufre un proceso de descomposición de la clorofila y acumulación de taninos, lo que lleva a una progresión de colores.
Inicialmente, la corteza es de un verde vibrante, que luego cambia a azul, seguido de violeta, naranja y finalmente granate, antes de que la corteza se desprenda y el ciclo comience de nuevo. Este proceso está influenciado por una variedad de factores, incluida la edad del árbol, su tasa de crecimiento y condiciones ambientales como la temperatura y la humedad. El resultado es un tronco de árbol que parece pintado con amplias pinceladas de color.
Un importante árbol de colores
Es posible que ya hayas utilizado un producto elaborado con eucalipto arcoíris: el papel. El árbol se cultiva comúnmente para obtener pulpa en algunas áreas.
En Filipinas y otras regiones de donde es originaria, la madera se utiliza comúnmente en materiales de construcción y como fuente de leña. El rápido crecimiento y la adaptabilidad del árbol también lo convierten en un recurso valioso para proyectos de reforestación, ayudando a restaurar tierras degradadas y prevenir la erosión del suelo.
Por supuesto, debido a su impresionante corteza colorida, también se cultiva a menudo como árbol decorativo. Se planta en parques, jardines y calles de regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, donde a veces sirve como atracción popular por su apariencia única.
¿Dónde puedes ver eucaliptos arcoíris y puedes cultivarlos?
Puedes ver eucaliptos arcoíris en sus hábitats nativos de Filipinas, Indonesia y Papua Nueva Guinea, donde prosperan en los bosques tropicales. Fuera de su área de distribución natural, estos árboles se han plantado en diversas partes del mundo con climas adecuados.
En los Estados Unidos, se encuentran comúnmente en Hawaii, particularmente en las islas de Maui y Oahu, donde son atracciones turísticas populares. Además, puedes verlos en partes de Florida y el sur de California, donde se cultivan como árboles ornamentales en jardines botánicos, parques y a lo largo de las calles, agregando colores vibrantes al paisaje. En Europa son mucho más raros, pero algunos jardines botánicos los cuentan.
Si realmente lo deseas, incluso puedes cultivar las tuyas propias comprando semillas en línea. Sin embargo, primero debes asegurarte de que el árbol pueda crecer en tu suelo y clima. Además, las raíces de eucalipto tienden a extenderse mucho, así que asegúrate de que no causen ningún daño a la propiedad.
Actualmente, el eucalipto arcoíris no se considera en peligro de extinción, pero enfrenta importantes amenazas por la pérdida de hábitat debido a la deforestación en sus regiones nativas del sudeste asiático, donde la tala y la expansión agrícola están provocando la destrucción de los bosques tropicales. El cambio climático también representa un riesgo, ya que los cambios de temperatura y precipitaciones podrían afectar el crecimiento y la supervivencia del árbol. Los esfuerzos de conservación se centran en proteger y restaurar su hábitat natural mediante la creación de áreas protegidas, la promoción de prácticas forestales sostenibles y la implementación de proyectos de reforestación para garantizar la supervivencia a largo plazo de esta extraordinaria especie.
Fuente: ZME Science.