La Luna tenía volcanes activos mientras los dinosaurios aún vivían en la Tierra

Astronomía

Sabemos que la Luna tuvo una gran actividad volcánica en el pasado. La roca más común en la superficie lunar es el basalto, una roca ígnea muy conocida. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que esta actividad volcánica podría haber continuado durante mucho más tiempo de lo que pensábamos anteriormente. Los investigadores que analizaron las muestras recogidas por la misión Chang’e-5 de China dicen que se sintieron “sorprendidos” y “emocionados” al encontrar evidencia de vulcanismo hace tan solo 120 millones de años, mucho antes de la era de los dinosaurios en la Tierra.

Durante décadas, los científicos creyeron que la actividad volcánica en la Luna había cesado hace miles de millones de años. Durante las misiones Apolo de los años 1960 y 1970, los astronautas trajeron muestras lunares que indicaban que la Luna experimentó una actividad volcánica generalizada hace entre 4.400 y 2.000 millones de años. Estas erupciones fueron las principales responsables de la creación de las oscuras llanuras basálticas, conocidas como mares lunares, que son visibles desde la Tierra.

Los investigadores creían que después de eso, el vulcanismo en la Luna se fue extinguiendo lentamente. Eso cambió cuando la misión Chang’e-5 regresó a la Tierra con nuevas muestras de la superficie lunar en 2020.

Nueva evidencia volcánica
La misión lunar Chang’e 5 trajo las primeras muestras de la luna desde el programa Apolo y la misión Luna 24 de la Unión Soviética en la década de 1970. China también se convirtió en el primer país en traer rocas del otro lado de la luna con su posterior misión Chang’e-6.

Los investigadores del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias (IGGCAS) comenzaron a examinar las nuevas muestras en busca de evidencia volcánica. Entre las aproximadamente 3.000 pequeñas perlas de vidrio encontradas en el suelo lunar, solo tres se destacaron. Estas perlas eran volcánicas, formadas a partir de la roca fundida que entró en erupción y se enfrió rápidamente, mostrando composiciones químicas y texturas distintas. Ahora, el desafío era determinar cuándo se formaron.

Para determinar la edad de las perlas de vidrio, los científicos utilizaron la datación uranio-plomo, una técnica radiométrica que mide la descomposición de los isótopos de uranio en plomo. Los resultados fueron sorprendentes. Las perlas volcánicas datan de hace 123 ± 15 millones de años, lo que las convierte en la evidencia más reciente de actividad volcánica en la Luna hasta la fecha. Este hallazgo extiende significativamente la cronología conocida del vulcanismo lunar, que anteriormente se creía que había terminado hace unos 2 mil millones de años.

Esto es más extraño de lo que crees

Cúpulas volcánicas dentro del complejo Mons Rümker, fotografiadas por el Apolo 15. Créditos de la imagen: NASA.


El equipo de investigación detrás del estudio dijo que estaban “sorprendidos y emocionados” por los hallazgos. Así que puedes pensar bien, pero ¿qué problema hay si los volcanes de la Luna duraron más?

Bueno, los volcanes no ocurren por casualidad. Se necesita calor para que ocurran, y hace 120 millones de años, la Luna no debería haber tenido suficiente calor, o eso pensábamos.

El calor para la actividad volcánica original de la Luna provino principalmente de su formación. La Luna se formó hace unos 4.500 millones de años, probablemente a partir de escombros expulsados ​​cuando un cuerpo del tamaño de Marte chocó con la Tierra. El intenso calor generado durante este violento impacto, combinado con la posterior acumulación de material fundido, creó una Luna fundida y llena de magma.

Con el tiempo, a medida que la Luna comenzó a enfriarse, la desintegración radiactiva de elementos como el uranio, el torio y el potasio en su interior también contribuyó a mantener la actividad volcánica durante miles de millones de años. Esta combinación de calor residual de su formación y desintegración radiactiva impulsó las primeras erupciones volcánicas de la Luna.

Se descubrió que las perlas volcánicas identificadas en las muestras de Chang’e-5 contenían altos niveles de potasio, fósforo y elementos de tierras raras, conocidos colectivamente como elementos KREEP. Se sabe que estos elementos producen calor a través de la desintegración radiactiva, por lo que el calor de este vulcanismo provino de materiales radiactivos.

Los investigadores sospechan que incluso cuando la Luna se enfrió, las concentraciones de elementos KREEP podrían haber mantenido erupciones volcánicas de menor escala mucho más tarde en la historia geológica de la Luna. El calor generado por estos elementos radiactivos podría haber sido suficiente para producir pequeñas bolsas de roca fundida, lo que dio lugar a erupciones volcánicas aisladas, como las que evidencian las perlas de vidrio en las muestras de Chang’e-5. Pero esto está lejos de confirmarse.

Nuevas misiones, nuevos hallazgos
Los hallazgos son tan sorprendentes que pueden obligarnos a repensar no solo nuestra luna, sino las lunas en general. Si pueden mantener suficiente calor para sostener el vulcanismo durante tanto tiempo, podría cambiar nuestra comprensión de la evolución de las lunas.

Comprender el origen de estas erupciones volcánicas podría impulsar futuras misiones para investigar el interior y la superficie de la Luna con mayor detalle. Afortunadamente, tenemos algunas de ellas preparadas.

La misión Chang’e-5 marcó el primer retorno exitoso de muestras lunares de China, pero es solo un paso en una serie de misiones planificadas. La misión Chang’e-6, que recuperó muestras del lado oculto de la Luna en junio de 2023, podría proporcionar datos adicionales sobre la actividad volcánica en otras regiones de la superficie lunar. Con la exploración continua y las misiones de retorno de muestras, los científicos esperan construir una imagen más completa de la historia volcánica de la Luna. La misión Chandrayaan-3 de la India también ha contribuido a este creciente cuerpo de conocimiento. En 2023, su rover Pragyan descubrió rocas de anortosita que los científicos creen que se formaron en un antiguo océano de magma, lo que respalda aún más la idea de que la Luna tuvo un interior fundido durante gran parte de su historia temprana.

Al final del día, es revelador que incluso la Luna (que está tan en nuestro “vecindario” solar y que hemos visitado más de una vez) pueda sorprendernos tanto. ¿Quién sabe qué otros secretos esconden otras lunas?

El estudio fue publicado en Science.

Fuente: ZME Science.

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