La Tierra podría haber tenido un anillo gigante de rocas espaciales a su alrededor, similar a los que rodean a Saturno, lo que podría haber provocado caóticos impactos de meteoritos en la superficie de nuestro planeta, según sugiere una nueva investigación. El hipotético anillo podría haberse formado hace aproximadamente 466 millones de años y era los restos de un asteroide gigantesco desgarrado por las fuerzas de marea de la Tierra después de pasar el límite de Roche de nuestro planeta.
Al proyectar una sombra sobre el ecuador de la Tierra, el anillo podría haber contribuido a un evento de enfriamiento global al bloquear la luz solar, mientras bombardeaba la superficie con meteoritos. Los investigadores publicaron sus hallazgos el 16 de septiembre en la revista Earth and Planetary Science Letters.
“Durante millones de años, el material de este anillo cayó gradualmente a la Tierra, creando el aumento en los impactos de meteoritos observados en el registro geológico”, dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Andy Tomkins, profesor de ciencia planetaria en la Universidad de Monash en Australia. “También vemos que las capas de rocas sedimentarias de este período contienen cantidades extraordinarias de restos de meteoritos”.
Los científicos llegaron a esta sorprendente hipótesis tras estudiar un período de la historia de la Tierra conocido como Ordovícico (hace entre 485 y 443 millones de años). El Ordovícico fue una época tumultuosa para nuestro planeta: fue uno de los períodos más fríos de los últimos 500 millones de años y se produjo un aumento espectacular de la tasa de impactos de meteoritos sobre la Tierra.
Para investigar qué podría haber causado estos efectos, los científicos cartografiaron las posiciones de 21 cráteres de impacto de asteroides del Ordovícico, lo que reveló que todos los impactos se produjeron a 30 grados del ecuador de la Tierra. Como el 70% de la corteza continental de la Tierra se encontraba fuera de esta región, los investigadores calcularon que la probabilidad de que esto sucediera por casualidad era la misma que si se lanzara un dado de tres caras 21 veces y se obtuviera el mismo resultado 21 veces.
Teniendo en cuenta estas probabilidades altamente improbables, los investigadores se decidieron por una hipótesis que podría explicar tanto los impactos ecuatoriales como el enfriamiento del planeta: un anillo, los restos de un asteroide destrozado, que rodea la Tierra en el ecuador. Se necesitan más pruebas para apoyar la hipótesis, pero la antigua teoría de los anillos podría explicar muchos aspectos de la historia de la Tierra, especialmente si los anillos aparecieron más de una vez sobre nuestro planeta antes de borrarse lentamente a medida que sus asteroides eran succionados por su gravedad, dijeron los investigadores.
“La idea de que un sistema de anillos podría haber influido en las temperaturas globales agrega una nueva capa de complejidad a nuestra comprensión de cómo los eventos extraterrestres pueden haber dado forma al clima de la Tierra”, dijo Tomkins.
Fuente: Live Science.