El artrópodo más grande jamás visto era una criatura similar al milpiés del tamaño de un auto. Y ahora tiene rostro

Biología

Durante más de cien años, los científicos han estado buscando el rostro de una criatura tan grande y extraña que parece casi mítica. Arthropleura, una colosal bestia parecida a un milpiés que se escabulló por los frondosos bosques de la antigua Tierra, ha sido un enigma desde su descubrimiento. Los fósiles de su enorme cuerpo segmentado han dado pistas sobre una criatura de proporciones aterradoras, pero faltaba una pieza crucial: su cabeza.

Ahora, después de décadas de búsqueda, los paleontólogos finalmente han descubierto el rostro de este titán paleozoico. Dos fósiles recién desenterrados, preservados con extraordinario detalle, han brindado a los científicos su primer vistazo de la cabeza de Arthropleura. Lo que encontraron es a la vez notable y extraño, y ofrece nuevos conocimientos sobre una criatura que alguna vez creció hasta más de 2 metros de largo. Eso es más largo que una cama tamaño king o aproximadamente el tamaño de un automóvil, y que gobernó los pantanos de la Tierra hace unos 300 millones de años.

Arthropleura . . . Se conoce desde el siglo XVIII, hace más de 100 años, y no habíamos encontrado una cabeza completa”, dijo a Live Science Mickaël Lhéritier, paleontólogo de la Universidad Claude Bernard Lyon 1 en Francia y autor principal del nuevo estudio. “Ahora, con la cabeza completa, se pueden ver las mandíbulas, los ojos, y estas características pueden [ayudarnos a entender] la posición de esta [criatura] en la evolución”.

Un monstruo del Carbonífero
Imagínate caminar por los densos bosques tropicales del período Carbonífero, hace unos 300 millones de años. Plantas imponentes y árboles colosales dominan el paisaje, y bajo los pies, entre las raíces y las hojas en descomposición, se arrastra un gigante. Arthropleura era un invertebrado diferente a todo lo que hay vivo hoy en día. Medía más de 2 m de largo, pesaba más de 45 kg y su cuerpo estaba dividido en segmentos blindados que se deslizaban y ondulaban al moverse.

Cuando se descubrieron los primeros segmentos fosilizados de Arthropleura a mediados del siglo XIX, los paleontólogos quedaron atónitos por su enorme tamaño. Durante años se preguntaron cómo podría haber existido un artrópodo tan grande. Pero sin la cabeza, muchas preguntas quedaron sin respuesta.

Los científicos sabían que tenía un cuerpo parecido al de un milpiés, con dos pares de patas por segmento, pero el lugar exacto de Arthropleura en el árbol genealógico de los artrópodos seguía siendo incierto. ¿Se parecía más a los ciempiés, con sus cuerpos aplanados y mandíbulas venenosas, o a los milpiés, que son descomponedores suaves?

Ahora, gracias a las tomografías computarizadas de los dos fósiles juveniles recién descubiertos, la respuesta puede estar más cerca.

Reconstrucción en 3D de un artropleuro juvenil fosilizado; la cabeza está coloreada de verde. Crédito: Science Advances.

“Descubrimos que tenía el cuerpo de un milpiés, pero la cabeza de un ciempiés”, explicó Lhéritier en una entrevista con AP. Los fósiles, extraídos de una roca antigua en Montceau-les-Mines, Francia, revelaron las antenas, las mandíbulas y, quizás lo más sorprendente, los ojos pedunculados de Arthropleura, del tipo que se ve típicamente en criaturas que pasan tiempo en el agua.

Esta peculiar combinación de características sugiere que Arthropleura puede haber vivido una vida más compleja de lo que los científicos imaginaron anteriormente.

¿Una criatura de tierra y agua?

Los ojos pedunculados de Arthropleura se muestran en azul. Crédito: Mickaël Lhéritier.

El descubrimiento de la cabeza de Arthropleura, completa con sus ojos pedunculados, abre una nueva ventana a su peculiar vida. Los científicos han asumido durante mucho tiempo que este invertebrado gigante vagaba por la tierra. Sin embargo, la estructura de sus ojos plantea la tentadora posibilidad de que Arthropleura podría haber pasado parte de su vida bajo el agua, al menos cuando era joven.

“Los ojos pedunculados siguen siendo un gran misterio, porque realmente no sabemos cómo explicar esto”, admitió Lhéritier. Los ojos pedunculados son una característica común en los artrópodos acuáticos, como los cangrejos, lo que sugiere que las crías de Arthropleura pueden haber sido semiacuáticas y haber estado al acecho en pantanos antiguos antes de llegar a la tierra como adultas.

Este hallazgo añade un nuevo giro al misterio de cómo estas criaturas llegaron a ser tan grandes. Algunos científicos han sugerido que los altos niveles de oxígeno del período Carbonífero permitieron que los invertebrados crecieran hasta alcanzar tamaños mucho más grandes que los que vemos hoy. Pero los fósiles de Arthropleura son anteriores al pico de este aumento de oxígeno, lo que indica que algo más (tal vez el clima cálido y húmedo y los bosques densos) impulsó su crecimiento masivo.

¿Qué comía Arthropleura? ¿Tanto los machos como las hembras crecieron hasta alcanzar estos tamaños monstruosos? ¿Y cuánto tiempo tardaron estas criaturas en alcanzar su tamaño completo? Estas son preguntas que aún esperan respuesta.

A pesar de su inmenso tamaño, Arthropleura desapareció de la Tierra hace unos 298 millones de años, durante el período Pérmico. Las razones de su extinción no están claras, pero los científicos especulan que un clima más seco o la competencia de los primeros reptiles pueden haber sellado su destino.

Los hallazgos aparecieron en la revista Science Advances.

Fuente: ZME Science.

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