Equipo desarrolla nueva forma de antibiótico que hace que las células bacterianas se autodestruyan

Salud y medicina

Para abordar la amenaza global de la resistencia a los antibióticos, los científicos están buscando nuevas formas de burlar el sistema de defensa de una célula bacteriana. Basándose en lo aprendido en un estudio previo sobre el cáncer, los investigadores de la Universidad de Toronto (U de T) han desarrollado nuevos compuestos que provocan la autodestrucción de las células bacterianas. Los resultados del equipo aparecen en el Journal of Medicinal Chemistry.

La nueva forma de antibióticos está diseñada para atacar una enzima natural (subunidad proteolítica de la proteasa caseinolítica, ClpP, para abreviar) que descompone las proteínas viejas o defectuosas y desempeña un papel esencial en el mantenimiento celular. El nuevo compuesto activa la enzima ClpP para que empiece a descomponer proteínas que no debería, acabando por matar a su propia célula desde dentro hacia fuera.

Crédito: Fuente de luz canadiense.

“La mayoría de los antibióticos inhiben un proceso”, afirma el Dr. Walid A. Houry, profesor de bioquímica en la Universidad de Toronto. “Con este enfoque, estamos desregulando un proceso, y esto nos permite desarrollar esta nueva clase de compuestos que esperamos poder introducir en la práctica clínica”. Houry trabajó en estrecha colaboración con el Dr. Robert Batey y sus colegas para desarrollar su trabajo previo en esta área.

“Resulta que la [enzima] presente en las células cancerosas también está presente en las bacterias. Para este proyecto, lo complicado fue tratar de encontrar una manera de atacar la ClpP bacteriana, pero no la ClpP humana”, agrega Houry.

La fuente de luz canadiense (CLS) en las líneas de luz CMCF de la Universidad de Saskatchewan (USask) permitió al equipo de Houry visualizar las diferencias estructurales entre la ClpP humana y bacteriana, y comprender cómo se comportaban sus nuevos compuestos al atacar la ClpP. El grupo aprovechó las pequeñas diferencias estructurales entre las enzimas humanas y bacterianas para diseñar compuestos que pudieran atacar a las bacterias dañinas sin dañar las células humanas en el camino. Este nuevo enfoque de los antibióticos, dice Houry, tiene un gran potencial para tratar infecciones bacterianas como la meningitis y la gonorrea.

Fuente: Phys.org.

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