Filtro hecho de hueso de calamar podría ser la solución a los microplásticos

Medio ambiente

Lamentablemente, sabemos que los microplásticos están en todas partes, incluso en el agua potable, pero los investigadores han desarrollado una nueva forma de abordar el problema: un filtro hecho de una combinación bastante inusual de materiales, que es capaz de eliminar hasta el 99,9% de los diminutos fragmentos de plástico del agua.

Los investigadores, dirigidos por un equipo de la Universidad de Wuhan en China, combinaron quitina (derivada del hueso de calamar) y celulosa (derivada del algodón) para su filtro de espuma ‘Ct-Cel’. Ambos materiales se encuentran en abundancia en la naturaleza, son baratos de adaptar y sostenibles. Luego probaron su filtro con numerosos tipos diferentes de plástico y descubrieron que hacía un excelente trabajo con una amplia variedad de tamaños de fragmentos y tipos de plástico, incluidos algunos de los que se ven más comúnmente en la contaminación por microplásticos.

Un nuevo material para filtros de agua muestra resultados prometedores en el tratamiento de microplásticos. Wu et al., Science Advances, 2024.

Incluso al reutilizar el mismo filtro hasta cinco veces, las tasas de eliminación se mantuvieron por encima del 95%. Este alto rendimiento se mantuvo en pruebas en agua de riego agrícola, agua de lago, agua estancada y agua costera.

“Esta estructura fibrosa de biomasa (Ct-Cel) muestra un excelente rendimiento de adsorción para poliestireno, polimetilmetacrilato, polipropileno y tereftalato de polietileno”, escriben los investigadores en su artículo publicado.

“La afinidad por diversos microplásticos se atribuye a la transformación de múltiples interacciones intermoleculares entre diferentes microplásticos y Ct-Cel”.

Esas “múltiples interacciones intermoleculares” se refieren a la variedad de reacciones de unión de las que es capaz el filtro recientemente desarrollado. Puede adaptarse a medida que encuentra diferentes tipos de plástico y ajustar la forma en que “agarra” cada uno.

Mejor aún, el filtro sigue funcionando bien en la mayoría de los casos en presencia de otros contaminantes además de los microplásticos, incluidas bacterias y disolventes. Eso será importante si esta solución se va a ampliar y utilizar en múltiples escenarios del mundo real. Dicho esto, algunos productos químicos redujeron las capacidades de adsorción del filtro. Si bien tanto la quitina como la celulosa habían demostrado ser prometedoras para eliminar contaminantes del agua anteriormente, lograr que trabajaran juntas requería una cuidadosa manipulación química para descomponer y reconstruir sus estructuras internas, lo que las hacía mejores captadoras de microplásticos en el agua.

A pesar de lo prometedor que es, es importante recordar que el filtro todavía está en las primeras etapas de desarrollo. Es necesario realizar pruebas a mayor escala antes de poder investigar la viabilidad de producir el filtro comercialmente.

Sin embargo, con unos 4.600 millones de toneladas métricas de desechos plásticos que se estima que hay en el medio ambiente, necesitamos toda la ayuda que podamos obtener. Esa cifra también solo va en una dirección: estos plásticos no se descomponen en el medio ambiente, y estamos produciendo cada vez más de este material con cada año que pasa. Mantener el plástico fuera del medio ambiente en primer lugar sería el curso de acción preferible, pero los científicos continúan investigando formas de eliminarlo del medio ambiente, incluidas algunas que son más simples que otras.

“Este trabajo puede abrir la puerta a materiales de biomasa funcionales para la remediación rentable de microplásticos en entornos acuáticos complejos”, escriben los investigadores.

La investigación ha sido publicada en Science Advances.

Fuente: Science Alert.

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