El primer centro de datos lunar está listo para ser lanzado. Esto es lo que significa

Astronáutica

Lonestar, un autoproclamado líder en infraestructura lunar, está listo para lanzar un pequeño pero operativo centro de datos a la Luna en febrero. La misión será llevada a cabo por Intuitive Machines a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX.

Esto marca el primer paso en el ambicioso plan de Lonestar de establecer “una serie de centros de datos cada vez más sofisticados en la Luna y sus alrededores”. Si bien esta misión sirve principalmente como una prueba de concepto, los futuros centros de datos lunares podrían desempeñar un papel crucial en el apoyo a las bases lunares, las estaciones espaciales y las misiones interplanetarias al proporcionar relés de comunicación confiables y almacenamiento de datos. La empresa ya ha conseguido varios clientes, incluido el estado de Florida, el gobierno de la Isla de Man, la empresa de inteligencia artificial Valkyrie e incluso la banda Imagine Dragons.

Pero no será fácil.

La carrera por la infraestructura lunar
La idea de colocar un centro de datos en la Luna no es nueva, pero ejecutarla es inmensamente desafiante. Requiere lanzamientos de cohetes asequibles, soluciones de energía solar eficientes y sistemas de enfriamiento rentables. Afortunadamente, los avances recientes en estas áreas están haciendo que estos proyectos sean cada vez más factibles.

En 2024, Lonestar probó el primer centro de datos definido por software del mundo alrededor de la órbita de la Luna. Ahora, quieren enviarlo a la superficie de la Luna para garantizar comunicaciones más estables dentro y alrededor del satélite.

“Esta idea de usar el satélite más grande de la Tierra como punto de anclaje, es lo suficientemente lejos como para que podamos tener seguridad en (las comunicaciones)”, dijo a Reuters el director ejecutivo de Lonestar, Chris Stott, y agregó que el enfoque estaba en la recuperación y el almacenamiento de desastres y no en actividades dependientes de la latencia.

La próxima misión desplegará un centro de datos de borde de 8 terabytes alimentado por un sistema de microchips en chip Polarfire operado por Linux. La instalación dependerá de la energía solar y utilizará unidades de estado sólido refrigeradas naturalmente. Lonestar también afirma que sus operaciones serán completamente neutrales en carbono.

La creciente importancia de la comunicación espacial
Transmitir datos hacia y desde el espacio no es nada nuevo: la NASA lo ha estado haciendo durante décadas. En 1990, la sonda Voyager 1 envió una famosa imagen de la Tierra desde 3.700 millones de millas de distancia. Sin embargo, en los últimos años, la necesidad de una comunicación espacial robusta ha crecido exponencialmente.

Disponer de comunicaciones fiables y centros de datos para la Luna es esencial para la “economía lunar” necesaria para apoyar el proyecto estadounidense Artemis, que pretende establecer una presencia a largo plazo en la Luna. Artemis II planea un sobrevuelo lunar tripulado a finales de este año, con un módulo de aterrizaje humano programado para finales de 2026.

“Creemos que ampliar la economía mundial para abarcar la Luna, el satélite más grande de la Tierra, es el próximo espacio en blanco en la Nueva Economía Espacial”, dice Brad Harrison, fundador y socio gerente de Scout Ventures, patrocinador de Lonestar. “La seguridad y el almacenamiento de datos serán una parte necesaria para liderar la nueva generación de exploración lunar”.

Lonestar no es la única empresa que se aventura en la infraestructura lunar. A pesar de recaudar aproximadamente 10 millones de dólares para el proyecto, aunque está valuado en menos de 30 millones, otra empresa, Lumen Orbit, ha conseguido 11 millones de dólares para una iniciativa similar. Queda por ver si esto es suficiente o no.

Sigue siendo un gran desafío
Establecer un centro de datos en la Luna no es un desafío trivial. El duro entorno lunar, que incluye temperaturas extremas, exposición a la radiación e impactos de micrometeoritos, amenaza la durabilidad del hardware. La falta de atmósfera significa que los equipos electrónicos sensibles deben estar especialmente diseñados para soportar estas condiciones.

El transporte de equipos a la Luna también es un obstáculo importante, que requiere lanzamientos de cohetes costosos y tecnología de aterrizaje precisa. Además, el mantenimiento y la reparación del centro de datos de forma remota serían complejos debido a la limitada presencia humana y los retrasos en las comunicaciones. Superar estos desafíos requerirá ingeniería innovadora, sistemas autónomos y fuentes de energía confiables, como energía nuclear o solar, para garantizar operaciones sostenibles.

Si tiene éxito, podría allanar el camino para sistemas más avanzados que respalden bases lunares, estaciones espaciales e incluso misiones a Marte. Ya sea para la recuperación de desastres, comunicaciones seguras o apoyo a la exploración humana, los centros de datos en la Luna podrían convertirse en un componente esencial de las ambiciones de la humanidad fuera de este mundo.

Fuente: ZME Science.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *