Científicos crean ratones lanudos en su búsqueda por revivir al mamut lanudo

Biología

Conoce al que probablemente sea el ratón más peludo que el mundo haya visto jamás. Su pelaje es largo, dorado y ondulado, sus bigotes rizados como los zarcillos de una enredadera. Baste decir que no se trata de un roedor común. Es un “ratón lanudo” modificado genéticamente, una criatura diseñada para portar rasgos que recuerdan al mamut lanudo, el gigante de la Edad de Hielo que vagó por la tundra ártica hace miles de años. Puede que no tenga colmillos ni pese cinco toneladas, pero este ratón alterado se considera un gran paso en un controvertido y ambicioso plan para devolver la vida al mamut lanudo.

El proyecto es una creación de Colossal Biosciences, una empresa de biotecnología fundada en 2021 con mucha fanfarria (y mucho dinero tecnológico). Su objetivo es utilizar la ingeniería genética de vanguardia para “desextinguir” especies como el mamut, el dodo y el tigre de Tasmania. El ratón lanudo se supone que es una prueba de concepto: una demostración de que Colossal puede editar múltiples genes a la vez para producir rasgos físicos asociados con animales extintos.

De ratones a mamuts

Crédito: Colossal Biosciences.

En su búsqueda por resucitar al mamut lanudo, los investigadores de Colossal han recurrido a su pariente vivo más cercano: el elefante asiático. Al comparar los genomas de los elefantes modernos con los de los mamuts preservados en el permafrost, los científicos de Colossal identificaron diferencias genéticas clave que pueden haber permitido que los mamuts prosperaran en ambientes fríos. Estas incluyen genes relacionados con el crecimiento del pelo, el almacenamiento de grasa y otras adaptaciones al Ártico.

Pero probar estos cambios genéticos directamente en elefantes es poco práctico. Los elefantes tienen un período de gestación de 22 meses y son mucho más difíciles de manipular genéticamente que los ratones, con los que los científicos tienen una experiencia significativa en la modificación de sus genomas a lo largo de innumerables estudios.

Usando CRISPR, una poderosa herramienta de edición genética, se enfocaron en diez genes en ratones asociados con rasgos como la longitud del pelo, la textura y el metabolismo de la grasa. Los ratones resultantes tenían pelaje lanudo, bigotes rizados y piel dorada, rasgos que recuerdan a los de sus primos prehistóricos.

“Para nosotros, es algo muy importante”, dice Beth Shapiro, directora científica de Colossal Biosciences, una empresa de Dallas.

La investigación aún no ha sido revisada por pares. El equipo logró realizar hasta ocho ediciones simultáneas en siete genes diferentes, lo que es particularmente impresionante desde un punto de vista técnico. Pero el trabajo está lejos de estar completo. El siguiente paso es probar si estos ratones lanudos están mejor adaptados a entornos fríos como sus motivos de mamut.

Una tarea gigantesca por delante

Crédito: Colossal Biosciences.

Un ratón lanudo es definitivamente un paso adelante, pero los desafíos por delante siguen siendo inmensos. Crear un elefante parecido a un mamut requerirá mucho más que unos pocos ajustes genéticos. Los científicos necesitarán identificar y editar docenas, si no cientos, de genes para replicar el tamaño, los colmillos y la tolerancia al frío del mamut. Después, tendrán que encontrar una manera de gestar el embrión modificado en una madre elefanta sustituta o incluso en un útero artificial. Los obstáculos logísticos de la cría y crianza de estos animales híbridos podrían llevar décadas.

También está la cuestión de si el trabajo es valioso. Los críticos argumentan que el proyecto es una distracción de esfuerzos de conservación más urgentes. “Mi preocupación general es si este es un uso sensato de los recursos en lugar de gastar el dinero en tratar de evitar que las especies se extingan”, dijo a The Guardian Robin Lovell-Badge, bióloga de células madre del Instituto Francis Crick en Londres.

Otros señalan que, sin importar cuánto avance logren los científicos, los animales resultantes no serán realmente mamuts, sino simplemente algunos híbridos de mamut y elefante de pelo largo. “Nunca vas a ‘recuperar’ un mamut”, dijo Tori Herridge, paleobióloga de la Universidad de Sheffield. “Solo vas a crear una aproximación burda”.

Sin embargo, los fundadores de Colossal consideran que su trabajo forma parte de una misión más amplia para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Sostienen que la reintroducción de elefantes similares a mamuts en el Ártico podría ayudar a restaurar el ecosistema de la tundra, lo que frenaría el deshielo del permafrost y reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por ahora, el ratón lanudo es un símbolo tanto de las promesas como de los peligros de la desextinción. Es un recordatorio de que la ciencia puede lograr hazañas notables, pero también de que algunos límites (ya sean éticos, ecológicos o biológicos) no se cruzan tan fácilmente.

Fuente: ZME Science.

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