Sabemos que los microplásticos están en todas partes, pero lo que no está tan claro es el daño que podrían causar. Una nueva investigación pone de relieve estos posibles daños, estimando que los microplásticos pueden reducir la tasa de fotosíntesis hasta en un 18%. Un equipo internacional de investigadores analizó datos de 157 estudios anteriores relacionados con los plásticos y la fotosíntesis, utilizando aprendizaje automático para construir un panorama general del mundo en su conjunto y el impacto potencial en el crecimiento de los cultivos y el suministro de alimentos.
El impacto de los microplásticos varió según el tipo de planta y la ubicación, pero las reducciones promedio en las tasas de fotosíntesis variaron entre el 7,05% y el 12,12% en plantas terrestres, algas marinas y algas de agua dulce. Los niveles de clorofila a, un pigmento esencial para la fotosíntesis, también se redujeron en las algas de agua dulce hasta en un 18,25%.

El equipo calculó entonces la pérdida resultante en términos de cultivos y mariscos. Desde la producción de trigo en Europa hasta la de maíz en Estados Unidos, se produjeron reducciones drásticas como consecuencia de la interferencia con la fotosíntesis.
“Se estima que esta reducción provocará una pérdida anual de entre 109,73 y 360,87 millones de toneladas métricas en la producción de cultivos y de entre 1,05 y 24,33 millones de toneladas métricas en la producción de mariscos”, escriben los investigadores en su artículo publicado.
Eso podría significar que muchas más personas pasen hambre y se pierdan grupos de alimentos clave necesarios para una buena salud en las próximas décadas, si los microplásticos continúan contaminando el planeta tanto como lo hacen ya. Si bien el estudio es riguroso, implica ciertas conjeturas fundamentadas, extrapolando resultados de estudios que, en algunos casos, se realizaron a muy pequeña escala, y luego intentando aplicar esos datos a una cadena de suministro de alimentos enormemente compleja para todo el mundo. Se necesitarán más investigaciones para confirmar las predicciones realizadas.
Sin embargo, es una advertencia clara y preocupante sobre los efectos muy reales y dañinos que la contaminación por microplásticos podría tener en el futuro. Después de todo, el crecimiento de las plantas es fundamental para gran parte de lo que ocurre en la Tierra.
“Es importante destacar que es muy probable que estos efectos adversos se extiendan desde la seguridad alimentaria hasta la salud del planeta, ya que la fotosíntesis y, en consecuencia, la productividad primaria sirven como base no solo para el suministro de alimentos para los humanos, sino también para funciones ecológicas clave”, escriben los investigadores.
Si bien la investigación es ciertamente preocupante, hay motivos para ser positivos: conocer la magnitud del problema puede impulsar a las personas y a los países a actuar. Los investigadores responsables del nuevo estudio instan a que se tomen más medidas para eliminar los microplásticos del medio ambiente y, en primer lugar, evitar que lleguen.
Investigaciones previas han demostrado cómo los microplásticos pueden filtrarse en nuestros cuerpos y llegar a los rincones más remotos del planeta. Ya estamos pagando el precio de nuestra dependencia de los plásticos y, a menos que tomemos medidas, podría haber consecuencias mucho peores.
“Estos hallazgos subrayan la urgencia de integrar la mitigación del plástico en las iniciativas globales contra el hambre y la sostenibilidad”, escriben los investigadores.
La investigación ha sido publicada en PNAS.
Fuente: “Es importante destacar que es muy probable que estos efectos adversos se extiendan desde la seguridad alimentaria hasta la salud del planeta, ya que la fotosíntesis y, en consecuencia, la productividad primaria sirven como base no solo para el suministro de alimentos para los humanos, sino también para funciones ecológicas clave”, escriben los investigadores.
Si bien la investigación es ciertamente preocupante, hay motivos para ser positivos: conocer la magnitud del problema puede impulsar a las personas y a los países a actuar. Los investigadores responsables del nuevo estudio instan a que se tomen más medidas para eliminar los microplásticos del medio ambiente y, en primer lugar, evitar que lleguen.
Investigaciones previas han demostrado cómo los microplásticos pueden filtrarse en nuestros cuerpos y llegar a los rincones más remotos del planeta. Ya estamos pagando el precio de nuestra dependencia de los plásticos y, a menos que tomemos medidas, podría haber consecuencias mucho peores.
“Estos hallazgos subrayan la urgencia de integrar la mitigación del plástico en las iniciativas globales contra el hambre y la sostenibilidad”, escriben los investigadores.
La investigación ha sido publicada en PNAS.
Fuente: Science Alert.