Sabemos que la calidad del sueño es vital para la buena salud, que la adolescencia es un momento importante para el desarrollo del cerebro y que los adolescentes no siempre duermen lo suficiente, y una nueva investigación nos brinda nuevas perspectivas sobre cómo todo esto encaja. Con datos de 3.222 adolescentes de entre 9 y 14 años de edad, investigadores de instituciones de China y el Reino Unido dividieron la cohorte en tres grupos: aquellos con los peores hábitos de sueño (un promedio de 7 horas y 10 minutos por noche), aquellos con los mejores hábitos de sueño (7 horas y 25 minutos) y aquellos que estaban en el medio (7 horas y 21 minutos). Si bien no hubo mucha diferencia entre estos grupos en términos de rendimiento académico, los que mejor dormían mostraron mejoras notables en las pruebas cognitivas de lectura, resolución de problemas y concentración, en comparación con los que peor dormían.
“Aunque las diferencias en la cantidad de sueño de cada grupo fueron relativamente pequeñas, de poco más de un cuarto de hora entre los que mejor y peor dormían, pudimos observar diferencias en la estructura y la actividad cerebral, así como en su desempeño en las tareas”, afirma la neuropsicóloga clínica Barbara Sahakian, de la Universidad de Cambridge.

Cell Reports, 2025.
“Esto nos hace comprender lo importante que es dormir bien en este momento tan importante de la vida”.
También se observó que el grupo de jóvenes que dormía más tiempo por noche tenía los mayores volúmenes cerebrales, las frecuencias cardíacas más bajas y los niveles más altos de conectividad cerebral, en comparación con los otros grupos.

Cell Reports, 2025.
Resulta un tanto preocupante que la mayoría de los jóvenes perteneciera al grupo con los peores datos de sueño: el 39% del total. El grupo intermedio contaba con el 24% de los participantes, mientras que el grupo con la puntuación más alta en sueño representaba al 37% de los niños. La investigación no es suficiente para probar causa y efecto cuando se trata del sueño y la función cerebral, y vale la pena señalar que las diferencias cognitivas entre los grupos no fueron enormes, pero en conjunto con otros estudios similares, se suma a la evidencia de que los cerebros jóvenes necesitan estar protegidos por el sueño y que cada minuto cuenta.
“Aunque nuestro estudio no puede responder de manera concluyente si los jóvenes tienen una mejor función cerebral y obtienen mejores resultados en los exámenes porque duermen mejor, hay una serie de estudios que respaldarían esta idea”, dice el psicólogo Qing Ma de la Universidad de Fudan en China.
Otras investigaciones han profundizado mucho en la relación entre el sueño, el bienestar mental y la salud física, y este último estudio es un recordatorio para que los adolescentes y los padres deban pasar unos minutos menos en los dispositivos móviles.
“Dormir bien por la noche con regularidad es importante para ayudarnos a funcionar correctamente”, afirma Sahakian.
Si bien sabemos mucho sobre el sueño en la edad adulta y en etapas posteriores de la vida, sabemos sorprendentemente poco sobre el sueño en la adolescencia, a pesar de que este es un momento crucial en nuestro desarrollo.
La investigación ha sido publicada en Cell Reports.
Fuente: Science Alert.