Hace 500 millones de años, un depredador enérgico volaba por los mares primigenios, atrapando presas en su boca mientras respiraba a través de largas branquias en su trasero. Investigadores descubrieron recientemente esta criatura de 506 millones de años, llamada Mosura fentoni, en un conjunto de fósiles de un museo en Canadá. Los fósiles sugieren que estos primeros artrópodos eran más diversos de lo que se creía. El equipo cree que este artrópodo, ahora extinto, se habría parecido a una polilla —un pariente lejano vivo—, por lo que le pusieron el nombre de Mothra, la polilla gigante ficticia del cine japonés.
Mientras que Mothra es lo suficientemente grande como para luchar contra Godzilla en la gran pantalla, el M. fentoni de la vida real era tan solo del tamaño de un dedo humano. A pesar de su pequeño tamaño, esta diminuta criatura representa un hallazgo enorme y excepcional para los científicos.
Los fósiles de M. fentoni, extraídos principalmente de la formación rocosa Burgess Shale en las Montañas Rocosas canadienses, están tan bien conservados que incluyen detalles intrincados de la biología de la especie, incluyendo su sistema nervioso, circulatorio y digestivo. Esto es extremadamente raro en fósiles, que apenas conservan tejidos blandos, y ayuda a esclarecer la evolución de los artrópodos antiguos.
«Muy pocos yacimientos fósiles en el mundo ofrecen este nivel de conocimiento sobre la anatomía interna blanda», declaró Jean-Bernard Caron, coautor del estudio y conservador Richard M. Ivey de paleontología de invertebrados del Museo Real de Ontario. «Podemos observar rastros que representan haces de nervios en los ojos que habrían participado en el procesamiento de imágenes, al igual que en los artrópodos actuales. Los detalles son asombrosos».
Los investigadores publicaron sus hallazgos el miércoles 14 de mayo en la revista Royal Society Open Science. Los artrópodos son un amplio grupo de invertebrados con exoesqueletos duros, cuerpos segmentados y patas articuladas. Hoy en día, constituyen alrededor de tres cuartas partes de todos los animales vivos, incluyendo insectos, arácnidos y crustáceos. Una de las razones de su éxito evolutivo reside en sus segmentos corporales especializados. Estos segmentos variables han ayudado a los artrópodos a diversificarse dentro de sus grupos y, con el tiempo, a convertirse en todo tipo de criaturas, desde cangrejos herradura hasta polillas.
M. fentoni perteneció a un grupo de artrópodos ancestrales llamados radiodontes, identificables por características compartidas como aletas laterales y apéndices cefálicos. Estos invertebrados prosperaron durante el período Cámbrico (hace entre 541 y 485 millones de años), pero sus fósiles han mostrado segmentos corporales relativamente uniformes con poca variedad, hasta la actualidad.
Los investigadores recolectaron 60 fósiles de la especie recién descrita entre 1990 y 2022, principalmente en la Cantera Raymond, parte del Parque Nacional Yoho en Columbia Británica. Muchos de estos especímenes habían permanecido en el Museo Real de Ontario durante años hasta que los autores del nuevo estudio los examinaron con más detalle. El equipo también identificó otro espécimen en el Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural en Washington, D. C., según el estudio.
“Las colecciones de los museos, tanto antiguas como nuevas, son un tesoro inagotable de información sobre el pasado”, declaró Joe Moysiuk, autor principal del estudio y curador de paleontología y geología del Museo de Manitoba. “Si crees que ya lo has visto todo, solo tienes que abrir un cajón del museo”.
Los investigadores fotografiaron y escanearon los fósiles para comprender la biología de esta antigua criatura. Descubrieron que, a diferencia de otros radiodontes, M. fentoni presentaba numerosos segmentos corporales en la parte posterior, revestidos de branquias. La especie también poseía las branquias más largas en relación con la longitud corporal de todos los radiodontes conocidos, a pesar de estar entre los más pequeños, según el estudio.
El equipo concluyó que las branquias posteriores probablemente eran un sistema respiratorio especializado; los cangrejos herradura, las cochinillas de humedad y otros artrópodos actuales han desarrollado posteriormente un sistema similar. Los investigadores no están seguros de por qué M. fentoni necesitaba las branquias posteriores largas, pero especularon que se trataba de una adaptación a entornos con poco oxígeno o a un estilo de vida activo —posiblemente un estilo de vida reproductivo muy activo— que requería un mayor consumo de oxígeno. En cualquier caso, el descubrimiento pone de manifiesto que los radiodontes eran más diversos de lo que se creía.
“Los radiodontes fueron el primer grupo de artrópodos en ramificarse en el árbol evolutivo, por lo que aportan información clave sobre los rasgos ancestrales de todo el grupo”, afirmó Caron. “La nueva especie pone de relieve que estos primeros artrópodos ya eran sorprendentemente diversos y se adaptaban de forma comparable a sus parientes modernos lejanos”.
Fuente: Live Science.