Medicamentos psiquiátricos comunes podrían aumentar el riesgo de ELA

Salud y medicina

Una nueva investigación muestra que las personas que toman ciertos medicamentos psiquiátricos pueden tener más probabilidades de desarrollar esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que es la forma más común de enfermedad de la neurona motora (EMN). Este estudio, dirigido por un equipo del Instituto Karolinska en Suecia, plantea algunas preguntas importantes sobre las conexiones entre los síntomas psiquiátricos, la ELA y la EMN, y cómo podrían ser objeto de tratamiento.

Los ansiolíticos, hipnóticos, sedantes y antidepresivos son los fármacos más comúnmente recetados para trastornos psiquiátricos como la ansiedad, la depresión y los trastornos del sueño. En cuanto al aumento del riesgo de ELA, este resultó ser del 34%, 21% y 26%, respectivamente, para los tres tipos de fármacos.

El aumento del riesgo es extremadamente bajo considerando la baja prevalencia de la ELA. Sin embargo, comprender estos vínculos podría ayudar a mejorar nuestra comprensión de la enfermedad de la neurona motora y brindar información a los especialistas que prescriben métodos para tratar trastornos psiquiátricos comunes.

“En este estudio de casos y controles, el uso prescrito de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes o antidepresivos se asoció con un mayor riesgo posterior de ELA”, escriben los investigadores en su artículo publicado.

“El uso de dichos medicamentos antes del diagnóstico también se asoció con un mal pronóstico después del diagnóstico de ELA”.

Actualmente, no existe cura para el debilitamiento progresivo que causa la ELA, ya que partes del sistema nervioso se deterioran, lo que lleva a parálisis y, finalmente, a insuficiencia respiratoria. El equipo también identificó un ligero aumento en la tasa de deterioro y el riesgo de muerte prematura entre aquellos diagnosticados con ELA que habían estado expuestos a uno de varios medicamentos psiquiátricos.

Medicamentos como los ansiolíticos (arriba) también pueden aumentar el riesgo de mortalidad o la necesidad de ventilación invasiva en personas con diagnóstico de ELA. Chourpiliadis et al., JAMA Network Open, 2025.

Los investigadores utilizaron datos nacionales de salud en Suecia para comparar a 1.057 personas con ELA que habían sido diagnosticadas entre 2015 y 2023 con más de 5.000 controles emparejados por edad y sexo que no tenían diagnóstico de ELA. Los investigadores también tuvieron en cuenta factores genéticos y ambientales en su análisis, lo que respalda aún más la idea de que el mayor riesgo de ELA estaba relacionado con la medicación (o las razones por las que se recetaban los medicamentos).

Los datos no son suficientes para demostrar que los fármacos sean la causa directa del aumento del riesgo de ELA. También es posible que otros factores relacionados con la salud provoquen tanto la prescripción de medicamentos psiquiátricos como la mayor probabilidad de diagnóstico de ELA.

“Este estudio se suma a la creciente evidencia de que las personas con afecciones psiquiátricas pueden enfrentar un riesgo elevado de enfermedades neurodegenerativas como la ELA”, dice la neurocientífica Susannah Tye, de la Universidad de Queensland en Australia, que no participó en el estudio.

“Sin embargo, la implicación de que los medicamentos psiquiátricos por sí mismos contribuyen a este riesgo debe interpretarse con cautela”.

Dado que investigaciones anteriores han descubierto que las personas con trastornos psiquiátricos también tienen mayor riesgo de desarrollar ELA, estos resultados pueden aportar algunos detalles muy necesarios al panorama general de cómo se relacionan entre sí estas diferentes afecciones, sus causas y tratamientos. Cabe destacar que la ELA sigue siendo una enfermedad poco común, que afecta a aproximadamente 9 de cada 100.000 personas en Estados Unidos. La depresión y la ansiedad son mucho más comunes, lo que significa que millones de personas toman estos medicamentos para tratar su salud mental sin desarrollar ELA. Sin embargo, con el tiempo los científicos están comprendiendo gradualmente los diferentes factores que afectan el riesgo de padecer ELA, lo que debería proporcionar pistas sobre cómo podría algún día tratarse de manera efectiva.

La investigación ha sido publicada en JAMA Network Open.

Fuente: Science Alert.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *