¿Está la tumba de Tutankamón a punto de colapsar debido a inundaciones repentinas y rocas débiles?

Humanidades

La tumba del joven faraón Tutankamón es una de las más famosas del mundo. Descubierta por Howard Carter en 1922, sigue siendo un referente mundial y, a día de hoy, es el único entierro real prácticamente intacto hallado en Egipto. Los tesoros que alberga, incluida la icónica máscara funeraria, han cautivado a personas de todo el mundo durante un siglo. Sin embargo, estos tesoros no protegen la tumba del impacto del tiempo y los elementos.

Al oeste de Luxor, el Valle de los Reyes está repleto de tumbas reales egipcias erosionadas o destruidas, muchas de ellas dañadas por las repentinas inundaciones que azotan periódicamente la zona. La tumba de Tutankamón se vio especialmente afectada en 1994 por un catastrófico diluvio que inundó el valle y aportó mucha humedad a las tumbas. Esa es la conclusión de un nuevo modelo estructural de la tumba. Sin embargo, las autoridades egipcias afirman que todo está en perfecto estado.

Problemas en el paraíso egipcio

El nuevo estudio fue realizado por Sayed Hemeda, de la Universidad Aristóteles de Grecia. No se trata de una simple inspección visual. Hemeda utiliza un complejo análisis geotécnico que recrea digitalmente la tumba y las toneladas de roca que la rodean. El investigador empleó un enfoque empleado en grandes proyectos de excavación y tunelización para simular las enormes tensiones que actúan sobre las cámaras subterráneas.

El objetivo del modelo era investigar los efectos combinados del “entorno adverso” natural de la tumba, incluida la “sobrecarga geostática” aplastante de la montaña de arriba, el impacto de una falla importante y, lo más crítico, el efecto debilitador de las inundaciones repentinas, particularmente las inundaciones de 1994.

El primer problema, destaca el investigador, es la propia geología. La tumba está excavada en la Formación de Lutitas de Esna, una capa rocosa que el estudio describe como “notablemente débil e inestable”. La lutita es una roca sedimentaria de grano fino compuesta de lodo, arcilla, limo y materia orgánica. Al entrar en contacto con mucha agua, se expande. Luego, al secarse, se contrae. Esto puede generar presión que genera fisuras en la propia colina.

La parte central del Valle de los Reyes en 2012, con las entradas a las tumbas señalizadas. La entrada cubierta a KV62 (la tumba de Tutankamón) se encuentra en el centro a la derecha. Imagen vía Wikipedia.

El segundo villano es el agua. El agua no solo causa daños a través de la pizarra, sino que también puede ser un catalizador del deterioro directo de la tumba, sobre todo cuando se produce en forma de inundación repentina.

La guinda del pastel es una falla prominente que atraviesa la tumba. La falla intersecta visiblemente los techos de la antecámara y la cámara funeraria. Esta falla actúa como un conducto. Cuando se producen inundaciones repentinas, el agua de lluvia se filtra por estas grietas, saturando la débil pizarra de Esna.

Peladura y agrietamiento

Las consecuencias, advierte el estudio, son múltiples. El agua que se infiltra “disminuye la capacidad de carga y la resistencia de la roca”, haciéndola menos capaz de soportar la montaña que se alza sobre ella. Hemeda también realizó pruebas de laboratorio, confirmando que la “resistencia a la compresión, la tracción y el corte en condiciones saturadas es notablemente menor que en condiciones secas”.

El estudio afirma que sus hallazgos son consistentes con las observaciones de campo, señalando “desprendimientos laminares en el techo” y “escombros cayendo del área de la corona” como evidencia física de esta tensión.

Patrones de deformación en el plano: fracturas de roca con intenso agrietamiento en los techos alrededor de la falla principal. Imagen del estudio.

El rechazo oficial

La respuesta del gobierno egipcio al estudio fue inmediata. El Consejo Supremo de Antigüedades (SCA), organismo que supervisa la conservación, protección y regulación de todas las antigüedades y excavaciones arqueológicas en Egipto, rechazó la premisa fundamental del estudio.

El secretario general de la SCA, Mohamed Ismail Khaled, declaró que las afirmaciones sobre grietas, humedad y deterioro de los murales son “totalmente infundadas”. Aseguró que la tumba se mantiene en un “excelente estado de conservación” y que “no corre peligro ni su integridad estructural ni su vívido arte mural”.

“Las marcas y grietas observadas en las paredes de la tumba no son nuevas”, aclaró Khaled. “Han permanecido inalteradas durante más de 100 años”. La tumba fue descubierta en 1922.

La SCA señaló a uno de sus socios, el Instituto de Conservación Getty (GCI). El GCI realiza monitoreos regulares en condiciones reales, lo cual, según la SCA, demuestra que la tumba se encuentra en buen estado de salud. Las autoridades egipcias fueron más allá, atacando directamente la credibilidad del estudio reciente, alegando que se basa en datos obsoletos, suposiciones erróneas o simplemente confunde la tumba con otra.

La tumba de Tutankamón estaba repleta de ingentes riquezas, como su máscara. Imagen vía Wikipedia.

Entonces, ¿dónde nos deja esto?

La diferencia podría radicar en que el estudio de Hemeda tiene un componente predictivo. Su modelo 3D es una potente simulación diseñada para evaluar el comportamiento de la estructura en los peores escenarios, como la saturación total y el debilitamiento provocados por una inundación repentina. Sus conclusiones se basan en principios de ingeniería geotécnica y análisis computacional. Advierte sobre lo que podría ocurrir, o sobre lo que podría estar ocurriendo de forma invisible. Pero en el estudio se hacen suposiciones geotécnicas.

Para complicar aún más las cosas, el estudio de Hemeda parece consistente con alguna evidencia física (como las grietas en el techo), pero no con toda (como el hecho de que las grietas no se están agrandando). Para complicar aún más la situación, el estudio de Hemeda también afirma que sus hallazgos son consistentes con la evidencia física, citando como prueba el desprendimiento de costras y capas superficiales de los techos y el agrietamiento extenso. Mientras tanto, la SCA ha instado a la prensa a consultar fuentes científicas fiables.

Mientras se desarrolla esta disputa científica, la tumba dorada del niño rey sigue siendo, como lo ha sido durante más de un siglo, el centro de una intensa fascinación humana. La tumba de Tutankamón es posiblemente el patrimonio cultural más valioso del mundo y el eje central de la multimillonaria industria turística de Egipto. Cualquier indicio de su inestabilidad es un asunto de importancia nacional.

El estudio fue publicado en npj Heritage Science.

Fuente: ZME Science.

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