¿Pueden arder los diamantes?

Química

Los diamantes son para siempre, bueno, al menos eso dice el dicho, pero con la combinación adecuada de carbón y oxígeno se pueden esfumar. Los diamantes están compuestos de carbono, como el carbón. Les toma más tiempo arder y seguir ardiendo que el carbón, como lo muestran algunos vídeos de YouTube. El truco consiste en crear las condiciones necesarias para que un diamante sólido pueda reaccionar con el oxígeno y así provocar la combustión.

“Hay que convertir ese carbono sólido en una forma gaseosa, para que pueda reaccionar con el aire y formar una llama”, dijo Rick Sachleben, químico retirado y miembro de la American Chemical Society.

La mejor manera de hacer esto es con calor, y mucho. A temperatura ambiente, los diamantes arden a 900°C, de acuerdo con el físico Christopher Baird, de la Universidad de West Texas A&M. En comparación, el carbón de alta volatilidad (aquel que libera una cantidad relativamente alta de gases) arde a los 667°C, mientras que la madera arde a los 300°C o menos, dependiendo del tipo.

Cuando se calienta, el diamante se torna rojo y luego blanco. El calor permite la reacción entre la superficie del diamante y el aire, lo que hace que el carbono se vuelva monóxido de carbono, un gas incoloro e inodoro, formado por la unión de un átomo de oxígeno y otro de carbono.

“El carbono más el oxígeno para producir monóxido de carbono genera calor; el monóxido de carbono que reacciona con el oxígeno genera más calor; el aumento de calor hace que el monóxido de carbono se aleje, por lo que se introduce más oxígeno”, le dijo Baird al sitio web Live Science.

Ese fuego, de todos modos, sólo provocará una pequeña chispa. Para alimentar esa llama y que dure se necesitará un ambiente con más oxígeno: un 100% y el aire apenas tiene un 22%. Este aumento de la concentración le da a la reacción todo lo que necesita para alimentarse a sí misma y perpetuarse. El monóxido de carbono que se desprende del diamante arde en presencia del oxígeno, creando una llama que parece bailar en la superficie del diamante.

“Casi todo se quema increíblemente en oxígeno puro”, dijo Sachleben.

Incluso sin oxígeno puro, los diamantes pueden dañarse con las llamas, según el Instituto Gemológico de América (GIA). Por lo general, un diamante atrapado en el incendio de una casa o por la antorcha de un joyero demasiado entusiasta no se convertirá en humo, sino que arderá en la superficie lo suficiente como para verse turbio y blanco. Cortar las porciones quemadas revelará una piedra más pequeña, pero una vez más cristalina, según el GIA.

Cuando el carbono se quema en oxígeno, esa reacción produce dióxido de carbono y agua. Por tanto, un diamante de carbono puro podría, en teoría, desaparecer por completo si se quema el tiempo suficiente; sin embargo, la mayoría de los diamantes tienen al menos algunas impurezas como el nitrógeno, por lo que es poco probable que la reacción sea tan simple.

Fuente: Live Science.

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