Los dinosaurios grandes ya eran proclives a la extinción antes del asteroide, sugiere un estudio

Biología

Después de gobernar el planeta durante más de 170 millones de años, los dinosaurios no aviares fueron repentinamente degradados por el impacto de un gran asteroide que golpeó la península de Yucatán hace unos 66 millones de años. La colisión desencadenó una cascada de devastación ambiental, con escombros en la atmósfera que cortaron la luz solar que da vida. Las temperaturas de la superficie de la Tierra se desplomaron. Los animales perecieron.

Bueno, eso es lo que la mayoría de los paleontólogos creen que sucedió. Si bien la evidencia de este impacto al final del Cretácico es indiscutible, el debate dentro de la comunidad paleontológica ha estado en curso sobre si la extinción de los dinosaurios fue abrupta o gradual.

Las extinciones coinciden con un período de agitación ambiental a largo plazo, en gran parte como resultado de la continua ruptura de los supercontinentes Laurasia y Gondwana. Los altos niveles del mar, los climas fríos, la expansión de nuevos hábitats en la tierra, así como la actividad volcánica masiva, pueden haber jugado un papel importante en el evento de extinción masiva.

Hasta ahora, el análisis de datos fósiles no ha arrojado evidencia convincente de una disminución de las especies de dinosaurios antes de su extinción. Un estudio filogenético en 2016, que utilizó árboles del tiempo de dinosaurios, desafió la idea de una extinción repentina, pero esta conclusión resultó ser polémica.

El registro fósil es una fuente de evidencia notoriamente difícil, con críticas de ese estudio que apuntan a lagunas en el registro fósil de dinosaurios y sesgos de muestreo que podrían haber llevado a la subnotificación de ciertas especies de dinosaurios del Cretácico. Ahora, un nuevo estudio ha brindado evidencia adicional a la hipótesis de que los dinosaurios no aviares ya se tambaleaban al borde de la extinción antes de los eventos cataclísmicos del infame impacto de un asteroide.

Liderados por el filogenetista del Centro Nacional Francés de Investigación Científica Fabien Condamine, los autores del nuevo estudio afirman que los desarrollos metodológicos en el análisis de datos les han permitido tener en cuenta ciertos sesgos en los datos fósiles, junto con las incertidumbres sobre las edades de los fósiles. El equipo analizó 1.600 fósiles de dinosaurios para evaluar las tasas de especiación y extinción de seis familias principales de dinosaurios: Ankylosauridae, Ceratopsidae, Hadrosauridae, Dromaeosauridae, Troodontidae y Tyrannosauridae.

El equipo descubrió que la diversidad de dinosaurios no aviares comenzó a disminuir hace aproximadamente 76 millones de años, eso es 10 millones de años antes del impacto de Yucatán. Sugieren que la disminución está relacionada con el aumento de las tasas de extinción en especies más antiguas, que pueden haber carecido de novedad evolutiva y no pudieron adaptarse a las condiciones ambientales cambiantes.

“Estos resultados implican que los períodos cálidos favorecieron la diversificación de los dinosaurios, mientras que los períodos más fríos llevaron a mayores extinciones”, afirman los autores.

Los factores ecológicos y físicos apuntan a un clima frío como catalizador del declive de las especies de dinosaurios en el Cretácico tardío. Estas temperaturas de enfriamiento probablemente representaron un problema para los dinosaurios grandes en particular, ya que dependían de un clima cálido para mantener una temperatura corporal estable.

“Una explicación fisiológica de la extinción provocada por el enfriamiento podría ser la hipótesis de que si la determinación del sexo en los dinosaurios dependiera de la temperatura, como en los cocodrilos y las tortugas, el cambio de sexo de los embriones podría haber contribuido a la pérdida de diversidad con un clima global frío al final del Cretácico”, agregó el equipo.

Los investigadores también señalan factores adicionales, como que los hadrosaurios superan a otros herbívoros: sus dientes muestran que podían comer una mayor variedad de plantas que los competidores más especializados. Dado que los herbívoros desempeñan un papel interconectado en la red alimentaria, su declive puede haber sido perjudicial para varias especies de dinosaurios adicionales. Al final, los datos del nuevo estudio sugieren que la extinción final de los dinosaurios realmente no podría atribuirse únicamente al impacto masivo de un asteroide.

Si bien el estudio no pudo apuntar directamente a los mecanismos ecológicos precisos que subyacen a los efectos del enfriamiento global en las tasas de especiación y extinción de los dinosaurios, los resultados apoyan la idea de que los cambios ambientales a largo plazo probablemente hicieron que los dinosaurios no aviares fueran propensos a la extinción, incluso antes de una la roca espacial gigante destrozó su planeta de origen.

Fuente: Science Alert.

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