No, los antiguos griegos probablemente no mataban a sus bebés débiles

Humanidades

Durante siglos, se contó una y otra vez una famosa historia del filósofo griego Plutarco. Plutarco, que nació en el siglo I d. C. y se destaca por una serie de biografías llamadas Vidas paralelas, señaló cómo los antiguos espartanos (una nación conocida por su destreza en la guerra) tomaban bebés de baja cuna, deformes o débiles y esencialmente los mataban desechándolos.

Plutarco escribió que esto es “sobre la base de que no es mejor para ellos ni para la ciudad vivir [su] vida natural pobremente equipados”.

Con el paso de los siglos, la sociedad pareció dar por sentada la historia de Plutarco. Se convirtió en un testimonio de lo despiadados y estrictos que eran los espartanos: todos tenían que ser duros, incluso los bebés. Algunos incluso han utilizado esto como justificación de las atrocidades. El régimen nazi (y algunos regímenes comunistas), también expulsarían a los discapacitados de la sociedad o los masacrarían directamente. Pero esta antigua práctica puede no haber sido cierta en primer lugar.

Historia cuestionable
Para empezar, Plutarco no estaba escribiendo sobre cosas que él mismo estaba presenciando: estaba escribiendo sobre eventos 700 años antes de su nacimiento, lo que lo convertía en un narrador mucho menos confiable. Además, otra de las historias de Plutarco menciona a un rey espartano poco común llamado Agesilao II, que era bajo y tenía las piernas dañadas (cojo), pero aun así era un buen líder. ¿Cómo podría una persona así llegar a la edad adulta? Además, un médico griego anónimo que escribió en el año 400 a. C. menciona adultos que están “armados como comadrejas”, lo que sugiere fuertemente que los discapacitados no fueron descartados y se les permitió convertirse en miembros de la sociedad. Todo esto y muchos otros escritos ponen en duda la idea de que solo se permitía crecer a los bebés “fuertes”, y la evidencia arqueológica sugiere además que esta práctica no estaba muy extendida, si es que existía.

En 1931, las excavaciones en Atenas descubrieron los restos de más de 400 niños. Recientemente, los investigadores han analizado esos restos, notando que parecen exhibir patrones similares a otras áreas del mundo antiguo, sin encontrar evidencia de infanticidio selectivo. En particular, el esqueleto de un bebé mostró signos de hidrocefalia severa, una condición grave que puede ser fatal incluso hoy en día, y el bebé fue cuidado hasta su último día.

Otro hallazgo arqueológico insinúa sutilmente que los antiguos griegos cuidarían de sus bebés sin importar su condición. Varias tumbas ubicadas por toda Grecia contenían pequeñas botellas de cerámica con picos, y algunos de estos picos tienen marcas de dientes de leche. La autora del estudio, la clasicista de la Universidad Estatal de California, Debby Sneed, cree que estos biberones se habrían usado para alimentar a bebés con discapacidades como el paladar hendido, una discapacidad que ocurre cuando el labio o la boca de un bebé no se forman correctamente durante el embarazo. Múltiples figurillas también de toda Grecia representan adultos con deformidades.

Aún no resuelto
Todo esto hace que sea muy poco probable que la práctica sea un lugar común en el mundo griego antiguo, pero no necesariamente significa que la práctica no se llevó a cabo en absoluto. Podría ser un puro mito o una práctica muy poco común, pero como les gusta decir a los arqueólogos, la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia.

También podría haber circunstancias que expliquen por qué la práctica no se describe a menudo: podría ser que algunas personas abandonaran a los bebés discapacitados (o incluso a los bebés “normales”, si no pudieran permitirse el lujo de alimentarlos), y otra persona, un templo, otra familia o posiblemente algunos miembros ancianos de la sociedad los recogerían y tratarían de criarlos y cuidarlos. La vergüenza de abandonar a los niños también explicaría por qué hay tan pocas menciones de la práctica.

En última instancia, no hay suficiente evidencia para descartar definitivamente la historia de Plutarco, pero todavía hay evidencia sustancial en su contra. Como suele ser el caso en arqueología, es probable que el debate continúe hasta que se encuentre evidencia definitiva que respalde un lado o el otro, lo que, como también suele ser el caso en arqueología, puede llevar mucho tiempo. En cualquier caso, la idea de que los espartanos u otros griegos sacrificaran a los discapacitados es al menos cuestionable.

“No estaba legalmente obligado ni era típico en la antigua Grecia matar o exponer a los bebés discapacitados, y las declaraciones acríticas (e infundadas) de lo contrario son peligrosas y dañinas”, concluye el estudio.

El estudio fue publicado en Hesperia.

Fuente: ZME Science.

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