Las auroras pueden ser escuchadas, aún siendo invisibles

Astronomía

Si estás en lo alto y escuchas atentamente las noches en que el cielo del norte baila con láminas resplandecientes de luz verde (la espectacular aurora boreal de la Tierra), es posible que escuches algunos sonidos fantasmales. Casi imperceptibles, los sonidos solo se habían escuchado durante las exhibiciones de auroras más salvajes, descritos como sonidos rápidos, como una cascada a la distancia, o estallidos y crujidos como estática débil. Sin embargo, nueva evidencia sugiere que los sonidos tienen lugar en lo alto de la atmósfera incluso cuando no podemos escucharlos, incluso, tal vez, cuando no podemos ver la aurora boreal en absoluto.

El ingeniero acústico Unto Laine de la Universidad Aalto en Finlandia ha logrado grabar estos extraños estallidos en el cielo, en una noche en la que no aparecen cortinas de luz. Presentó sus hallazgos en la Conferencia Conjunta de Acústica EUROREGIO/BNAM2022 en Dinamarca este mes.

“Esto cancela el argumento de que los sonidos de las auroras son extremadamente raros y que las auroras boreales deberían ser excepcionalmente brillantes y animadas”, dice Laine.

Los sonidos de las auroras han sido un misterio durante mucho tiempo. Los informes se habían descrito durante más de un siglo, al menos, pero no fue hasta 2012 que las grabaciones, realizadas por Laine y sus colegas, finalmente confirmaron que los sonidos eran reales. Los investigadores también identificaron de dónde procedían los sonidos en la atmósfera, a una altitud de unos 70 a 100 metros, que es sorprendentemente baja.

Las auroras se producen cuando las partículas del viento solar chocan con la magnetosfera de la Tierra y luego se aceleran a lo largo de las líneas del campo magnético a latitudes altas, donde llueven hacia la atmósfera superior. Allí, interactúan con las partículas atmosféricas para producir las luces brillantes que bailan por el cielo.

En 2016, Laine y sus colegas revelaron que habían descubierto la causa de los sonidos que algunas personas informaron haber escuchado. En noches particularmente frías, claras y tranquilas, se forma una capa de aire más cálido sobre una capa poco profunda de aire frío en el fondo de la atmósfera.

Se pueden acumular cargas eléctricas opuestas en estas dos capas. Cuando las perturbaciones geomagnéticas, quizás provocadas por la aurora, se propagan a través de la atmósfera, pueden causar una descarga eléctrica entre las capas, lo que provoca el ruido.

Las nuevas grabaciones se realizaron en un intento de investigar más a fondo el fenómeno. Cerca del pueblo de Fiskars, el equipo instaló su equipo de grabación para escuchar los chasquidos y crujidos que emanan de la atmósfera.

Luego, las observaciones se compararon con las mediciones de actividad geomagnética realizadas por el Instituto Meteorológico de Finlandia. En total, el equipo recolectó una biblioteca de cientos de sonidos candidatos, de los cuales los 60 más fuertes estaban relacionados con cambios en el campo magnético de la Tierra.

“Usando los datos geomagnéticos, que se midieron de forma independiente, es posible predecir cuándo ocurrirán los sonidos de las auroras en mis grabaciones con un 90% de precisión”, dice Laine.

El trabajo sugiere que probablemente exista un vínculo causal entre los sonidos de las auroras y la actividad geomagnética, con diferentes tipos de actividad que producen diferentes sonidos. Los procesos que producen estos sonidos también son diferentes de los procesos que producen las exhibiciones aurorales. Sin embargo, dado que ambos son producidos por la actividad geomagnética, pueden aparecer juntos.

El nuevo trabajo demuestra que no tienen por qué coincidir. Se han observado muchas auroras en ausencia de sonidos aurorales. Ahora, el sonido de la aurora se ha observado en ausencia de la luz de la aurora.

“¡Esa fue la sorpresa más grande!” dice Laine.

“Los sonidos son mucho más comunes de lo que nadie pensaba, pero cuando las personas los escuchan sin una aurora visible, piensan que es solo el hielo rompiéndose o tal vez un perro o algún otro animal”.

Sin embargo, podemos continuar usando el término “sonido auroral”, debido al vínculo histórico percibido entre los dos, dice Laine.

La investigación se presentó en la Conferencia Conjunta de Acústica UROREGIO/BNAM2022 y está disponible a través de Researchgate.

Fuente: Science Alert.

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