En las últimas cinco décadas, el conteo de espermatozoides de los hombres en todo el mundo se ha reducido a la mitad, según un nuevo estudio preocupante. Los hallazgos predicen una inminente crisis de fertilidad que nos llamó la atención por primera vez en 2017 cuando los investigadores revelaron disminuciones significativas en el recuento y la concentración de espermatozoides en hombres que viven en América del Norte, Europa y Australia. El nuevo estudio encontró que esta tendencia también es cierta para los hombres en América del Sur, Asia y África, lo que demuestra que este es un problema global, uno que solo empeorará a medida que el ritmo de disminución continúe acelerándose.
El profesor Hagai Levine, autor principal del estudio de la Escuela de Salud Pública Hadassah Braun de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dice que los hallazgos son como un “canario en una mina de carbón” y, si no se mitigan, “podrían amenazar la supervivencia de la humanidad”. Levine, junto con colegas de EE. UU., Dinamarca, Brasil, España e Israel, compilaron 223 estudios con datos sobre muestras de esperma que abarcaban a 57.000 hombres en 53 países, incluidas regiones que no se habían revisado previamente, y trazaron el conteo de espermatozoides en el tiempo. Desde 1963 hasta 2018, los resultados muestran que el recuento de espermatozoides se redujo en promedio un 1,2% por año. Desde 2000 hasta 2018, la tasa de disminución fue de un asombroso 2,6% anual.
“En general, estamos viendo una disminución mundial significativa en el recuento de espermatozoides de más del 50 % en los últimos 46 años, una disminución que se ha acelerado en los últimos años”, dijo Levine, quien está muy preocupado por los hallazgos.
Levine dijo que no podía creer los impactantes resultados y tuvo que verificar dos veces. Lo que más le preocupa es que se trata de un fenómeno global sin solución clara ni remedio a la vista.
“Al igual que en el cambio climático, el impacto puede ser diferente en diferentes lugares, pero en general el fenómeno es global y debe ser tratado como tal”, agregó. “Parece una pandemia. Está en todas partes. Y algunas de las causas pueden quedarse con nosotros durante mucho tiempo”.
Hijos del hombre
En promedio, cada vez que un hombre eyacula, normalmente libera cerca de 200 millones de espermatozoides. Solo se necesita un solo espermatozoide para fertilizar el óvulo de una mujer y dejarla embarazada, por lo que podría parecer que hay suficiente esperma para desperdiciar. Sin embargo, en la práctica, la concepción es mucho más complicada que eso.
Aunque se necesita un espermatozoide para la fertilización, hay una razón por la cual los testículos producen tanto esperma: la mayoría simplemente no puede sobrevivir el viaje al útero. Para una fertilidad óptima, se requiere una concentración saludable de espermatozoides del orden de unos 40 millones de espermatozoides por ml.
Si no se traspasa este umbral mínimo, la concepción es difícil. De ello se deduce que a medida que se desarrolla la crisis del esperma, es probable que un número cada vez mayor de hombres tenga que acceder a la reproducción asistida. Los investigadores informan una caída en el recuento medio de espermatozoides de 104 a 49 millones por mililitro de semen, lo que está peligrosamente cerca de un punto de inflexión en la fertilidad mundial.
Este es solo un estudio observacional, por lo que los investigadores solo respondieron el qué, no el por qué en cuanto a qué puede causar este fenómeno. Pero eso no significa que los científicos no tengan ni idea. Los científicos señalan factores de riesgo para reducir el conteo de espermatozoides, como la dieta, el tabaquismo, la obesidad, el estrés, el abuso de drogas y alcohol, así como la exposición a ciertos químicos ambientales. Con respecto a lo último, los químicos disruptores endocrinos son los más preocupantes, ya que se sabe que alteran potencialmente los niveles de testosterona y estrógeno.
Irónicamente, esta noticia llega inmediatamente después del anuncio de la ONU de que la población mundial ahora supera los 8 mil millones de personas. Las personas que lamentan que estamos condenados a manos de la sobrepoblación podrían regocijarse con los hallazgos del estudio. Sin embargo, no hay ninguna razón real para la celebración. El bajo conteo de espermatozoides no se trata solo de hacer bebés, puede servir como un marcador de la salud masculina en general, por lo que las cosas no se ven muy bien.
“Esta disminución sustancial y persistente ahora se reconoce como un importante problema de salud pública. En 2018, un grupo de destacados médicos y científicos pidió a los gobiernos que reconocieran la disminución de la fertilidad masculina como un problema importante de salud pública y que reconocieran la importancia de la salud reproductiva masculina para la supervivencia de la especie humana (y otras). Se necesitan investigaciones sobre las causas de este declive continuo y una respuesta enfocada inmediata para evitar una mayor interrupción de la salud reproductiva masculina”, concluyeron los autores.
Los hallazgos se informaron en la revista Human Reproduction Update.
Fuente: ZME Science.
