¿Qué tan viejos son tus ojos? Un nuevo “reloj” revela tu riesgo de enfermedad

Salud y medicina

Los científicos han desarrollado una nueva herramienta para determinar la edad de las células oculares sin tomar muestras de tejido regenerativo, lo que podría hacer que los tratamientos para las enfermedades oculares sean más personalizados y mejor dirigidos. El equipo, dirigido por investigadores de la Universidad de Stanford, adaptó una técnica utilizada para analizar el líquido ocular. Casi 6.000 proteínas detectadas en el líquido se remontan a las células del ojo, 26 de las cuales estaban relacionadas colectivamente con el envejecimiento ocular.

Esto se hizo a través de un sistema de inteligencia artificial entrenado en el fluido ocular de 46 pacientes sanos, donde se pudieron cruzar las edades. En pruebas adicionales, la IA pudo predecir la edad de una persona a partir del líquido ocular (unos años más o menos).

Los científicos observaron de cerca las células que forman el ojo. Wolf et al., Cell, 2023.

“El primer paso para desarrollar cualquier tipo de terapia exitosa es comprender las moléculas”, afirma el oftalmólogo Vinit Mahajan, de la Universidad de Stanford.

Una vez establecido su reloj de envejecimiento ocular, los investigadores observaron cómo enfermedades oculares específicas podían acelerar el envejecimiento celular. Se realizó un análisis adicional del líquido ocular de 62 pacientes con diferentes tipos de enfermedades oculares.

Ciertas proteínas mostraron niveles más altos de envejecimiento: según las pruebas se predijo que los pacientes con retinopatía diabética en etapa temprana (daño a las células de la retina debido a una disminución en el suministro de sangre) serían 12 años mayores en comparación con pacientes sanos. Para los pacientes con uveítis (inflamación dentro del ojo), ese ‘salto’ fue cercano a los 30 años.

Utilizando un enfoque llamado TEMPO (para “rastrear la expresión de múltiples orígenes de proteínas”), el equipo rastreó las proteínas afectadas hasta el ARN (ácido ribonucleico) que las creó, destacando las células problemáticas responsables de estas enfermedades. Se descubrió que las células responsables eran diferentes para cada enfermedad, y no siempre eran las células más obvias a las que normalmente se dirigen los tratamientos, lo que potencialmente brinda a los científicos nuevos objetivos cuando se trata de tratar este tipo de problemas.

“A nivel molecular, los pacientes presentan diferentes manifestaciones incluso con la misma enfermedad”, afirma Mahajan. “Con una huella molecular como la que hemos desarrollado, podríamos elegir medicamentos que funcionen para cada paciente”.

Estas nuevas técnicas solucionan un problema eterno en el estudio de enfermedades oculares y de otras áreas como el cerebro: tomar muestras de tejido de estas partes del cuerpo en particular puede causar un daño importante, ya que les resulta más difícil regenerar las células perdidas. Es más, los investigadores creen que las innovaciones que han demostrado aquí podrían funcionar con otros tipos de fluidos corporales, brindando a los expertos biomarcadores invaluables para tratar y tal vez incluso prevenir el desarrollo de enfermedades.

“Es como si tuviéramos estas células vivas en nuestras manos y las examináramos con una lupa”, dice Mahajan.

“Estamos llamando y conociendo íntimamente a nuestros pacientes a nivel molecular, lo que permitirá una salud de precisión y ensayos clínicos más informados”.

La investigación ha sido publicada en Cell.

Fuente: Science Alert.

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