Los Himalayas son quizás el paisaje más impresionante de la Tierra. Son montañas prístinas e imponentes que aparentemente son intocables. Pero eso es sólo superficial. Debajo del Himalaya hay una geología vivaz y activa que todavía está generando nuevos fenómenos. Según un nuevo análisis, uno de estos fenómenos podría ser la división de la litosfera tibetana.
La India emprendió el viaje geológico más impresionante. Si retrocedemos hasta hace 100 millones de años, el subcontinente indio es esencialmente una isla. Pero se está moviendo… y se está moviendo hacia Asia. El movimiento es increíblemente lento, de sólo unos pocos centímetros por año. Pero incluso unos pocos centímetros por año suman millones de años. Todo esto empezó a culminar hace 60 millones de años, cuando la India inició su movimiento para estrellarse contra la placa tectónica euroasiática.
Esta colisión fue algo especial. Hay dos tipos principales de placas continentales: las oceánicas (que son más delgadas y densas) y las continentales (que son más gruesas y menos densas). Cuando una placa oceánica y una continental chocan, la oceánica se desliza hacia abajo. Pero tanto India como Asia eran placas continentales, por lo que ninguna de ellas quedó debajo de la otra. En cambio, ambos tomaron la única dirección que podían: hacia arriba.
Eso es lo que creó el Himalaya, esta gigantesca colisión entre dos placas continentales.
Este proceso aún está desarrollándose. El Himalaya está aumentando aproximadamente 1 cm por año, pero ¿qué está pasando debajo?
Si le preguntas a Lin Liu y sus colegas, la respuesta es “mucho”. Liu presentó sus hallazgos en la conferencia de la Unión Geofísica Estadounidense en San Francisco. Los investigadores utilizaron una técnica sísmica llamada función de receptor de onda S para abrir una nueva ventana a su reino oculto.
El estudio utilizó datos de estaciones sísmicas de banda ancha distribuidas por todo el sur del Tíbet, junto con datos más antiguos reanalizados. En conjunto, proporcionaron una visión sin precedentes de la estructura y el comportamiento de la litosfera de la región, la rígida capa exterior de la Tierra. Un aspecto clave de esta investigación fue la identificación del límite litosfera-astenosfera (LAB), una capa crítica donde la litosfera rígida da paso a la astenosfera más dúctil que se encuentra debajo.
Al mapear la profundidad y las características del LAB, los investigadores pueden inferir mucho sobre los procesos tectónicos. En este estudio, el equipo analizó de forma innovadora pulsos en los datos sísmicos que corresponden al LAB. Este enfoque, a diferencia de estudios anteriores que a menudo se basaban en interpretaciones subjetivas, permitió un mapeo más objetivo de este límite.
Los resultados fueron sorprendentes. Mostraron evidencia de que la Placa India no solo empujaba debajo de la Meseta Tibetana sino que también se desgarraba y deformaba en respuesta a las colosales fuerzas geológicas en juego. La profundidad de la placa india varía significativamente en diferentes zonas. En algunas regiones, se extiende hasta 200 kilómetros de profundidad, mientras que en otros lugares, la base de la placa se encuentra a una profundidad menor de sólo 100 kilómetros, lo que indica que partes de ella pueden haberse separado o despegado.
En otras palabras, en algunas regiones, las partes más profundas del Tíbet se están desintegrando. Por sorprendente que parezca, algunos geólogos han sugerido durante mucho tiempo que algo como esto podría suceder. Como las placas tectónicas son estructuras masivas compuestas de diferentes capas, pueden dividirse a lo largo de la interfaz entre capas (un proceso llamado delaminación). Pero este proceso se sugirió principalmente a través de modelos informáticos; esta es la primera vez que se observa de esta manera en la naturaleza.
Decimos “podría haber” porque, como señalan otros investigadores, si bien la evidencia es intrigante, no es del todo concluyente. Esto sigue siendo sólo una instantánea y se necesitan muchos más datos para mostrar claramente y exactamente lo que está sucediendo en las profundidades de la Tierra.
Sin embargo, esta investigación no sólo avanza en nuestra comprensión de los complejos procesos geológicos que dan forma al Himalaya y la meseta tibetana, sino que también proporciona un modelo para estudiar otras zonas de colisión en todo el mundo. Ofrece información sobre las fuerzas que han dado forma a la superficie de nuestro planeta durante millones de años. Los investigadores están escudriñando las profundidades de nuestro planeta y encontrando respuestas importantes.
Una copia preimpresa del estudio está disponible en línea.
Fuente: ZME Science.